lunes, 24 de octubre de 2011

El ERE de ETA.

Que sí. No le den más vueltas. ETA se ha acabado ("Órdenes de arriba"). Sobre todo, porque ya no es necesaria. No hay dinero (ni aquí ni procedente del exterior, que este último ya nos lo hemos fundido jugando al monopoly) suficiente para mantener este invento denominado "estado de las autonomías" (del que François Miterrand dijo que era excelente para España, pero que -¡ay, qué pena!- no podía aplicarse en Francia por esto y lo otro) y, dado que las comunidades autónomas, quizás en menos tiempo del que pensamos, serán desmanteladas y reducidas al tamaño y competencias de las actuales diputaciones provinciales, la existencia de ETA no tiene ya sentido.

Y es que una de las funciones de ETA (reconocida o no) ha sido la justificación de la desmembración administrativa del estado. La demonización del anterior Jefe del Estado (imprescindible para justificar el latrocinio legal e institucionalizado de estas últimas tres décadas y media) siempre ha llevado adherida, como hermana siamesa, la idea de que los etarras eran un poco bestias, y hasta algo exagerados en sus supuestas ansias de independentismo, pero que "algo de razón, tenían".

Y ese "algo" en el que los etarras se supone que "llevaban razón" no era otra cosa que la exigencia de conceder cuotas cada vez mayores de "autogobierno" a las regiones españolas, en detrimento del llamado ahora "gobierno central". Un "gobierno central" que (se suponía) sólo velaba por los intereses de la capital del Reino, en perjuicio de "todo-aquello-que-no-es-Madrid".

Y esta exigencia de poner el gobierno de las regiones en manos de caciques más o menos autóctonos, partía, a su vez, de la absurda premisa que afirma que, para saber solucionar un problema que se da en un determinado lugar, tienes que haber nacido y vivido toda la vida en ese mismo lugar (para entendernos: que Wall Street dejaría de provocarnos pulmonías con sus resfriados si todos los agentes de bolsa hubiesen nacido y vivido toda la vida en Manhattan).

Lo cierto es que esta curiosa (y cateta) lógica no se paró con la creación de "diecisiete miniunidades de destino en lo universal" (en genial definición de los Pisitófilos Creditófagos), sino que, dentro de cada autonomía, y en vista de que los supuestos agravios "del centralismo" solían ser recompensados con el dinero del contribuyente, dio origen a otro nuevo "centralismo" del que hacerse víctima: el "centralismo" de la capital autonómica. Ahora ya no teníamos un solo centralismo opresor, sino diecisiete. Málaga y Granada se sentían "oprimidas" por Sevilla. Cuenca y Guadalajara, por Toledo. León, por Valladolid. Y hasta en las autonomías uniprovinciales había "oprimidos" por el "centralismo"(Gijón por Oviedo, por ejemplo).

Y, como ya digo (que me desvío del tema de las capuchas y del vascuence aprendido en academia subvencionada, e ininteligible para el aitatxo que siempre vivió en su caserío), todo este maremágnum (que facilitó enormemente -al multiplicarla por dieciocho- la colocación y enriquecimiento, a costa del erario público, de familiares, amigos y conocidos con carnet del partido) era la consecuencia de la aplicación, en el mundo real, de las supuestas "razones" que, en tiempos de Franco, sí habrían justificado la existencia (y las actuaciones) de ETA.

De hecho, una de las quejas más frecuentemente expresadas, tanto por los políticos en los medios de comunicación, como por Juanito Español en la calle, era el no entender por qué ETA seguía matando si en España ya teníamos democracia liberal y una descentralización administrativa sin parangón en Europa (y por algo será, repito, que en otros países no quieren saber nada de este invento). Pero eran los crímenes de ETA y sus inacabables y cada vez mayores exigencias de más descentralización administrativa (hasta culminar en la independencia de la llamada "Euskadi", subvencionada por el resto de los españoles), precisamente, lo que hacía parecer razonable, legítimo, y hasta imprescindible, la existencia de las comunidades autónomas ("Imagínate, Paco, lo que pasaría si quitasen las autonomías...saldrían nuevas "etas" por todas partes, y se iba a liar una...").

El fin de ETA (eso sí) vendrá, no con este gobierno, sino con el que salga de las urnas el 20-N. Me atrevo a pronosticar que será un gobierno presidido por alguien del PP (hay días en que no me atrevo a afirmar que sea Mariano Rajoy) el que haga de olentzero (esto del independentismo vasco tiene estas ironías: con tal de llevar la contraria al resto de España, se inventan un personaje navideño que trae carbón a los niños que se portan bien). También creo que tiene razón Fray Fanatic, y el "ERE de ETA" se realizará siguiendo el espíritu empresarial y emprendedor de los tiempos que corren: prejubilaciones millonarias con dinero público para los veteranos que ya entraron con contrato fijo, y despido sin indemnización para los jovenzuelos que ya hayan cumplido su contrato basura.

Por eso mismo no deja de tener ironía (la ironía acostumbrada en estos casos) que este fin de semana ya se haya anunciado una manifestación contra el actual gobierno (la acostumbrada manifestación contra el gobierno socialista poco antes de las elecciones, dicho sea de paso), teniendo en cuenta que no será este gobierno, sino el próximo, el que reparta los premios: Pero creo que ya nos estamos acostumbrando a que, cuando PP y PSOE perpetran una canallada juntos, siempre surge algún invento autocalificado como "cívico" o "independiente de toda sigla política", que, acompañado de "los peperos buenos", monta jaleo para señalar, como único culpable, al PSOE.

¿O no?.

PS: ¡Y qué desconsolado que anda don Mariano! No hay más que verle...Sólo le ha faltado imponerles la gaviota de oro y brillantes a don José Luis y a don Alfredo. Gracias a estos chicos de ETA, evitar la victoria por mayoría absoluta es ahora, mucho más sencillo. Y es que, si ganamos por mayoría absoluta, ¿a quién íbamos a echar la culpa de todo lo que haremos durante la próxima legislatura?.

3 comentarios:

azahar dijo...

¿Las autonomías, Museros? Serán estados independientes. Ya lo están promoviendo los etarras con la bildu, apoyados por toda la "clase política", sin excepción. El cobarde y ambicioso de Rajoy -con tal de disfrutar del sillón de la Moncloa- si se vende al primer camello de la esquina, se venderá al terrorista, si gana las elecciones- Y si no las gana, también...para la próxima.

El truco está en cambiar el lenguaje, la interpretación de las palabras que llevó a cabo el "ilustrado" de zapatero. Todo es discutible y todo se discute, sin pudor y sin vergüenza. Porque no la tienen.

Payasos de un circo de tercera los políticos que lloran lágrimas de colirio. Repugnante espectáculo que venderá entradas en una rifa de delincuentes.

El dolor de los familiares que sufren la pérdida de su ser querido a manos de unos salvajes - coronados por esta estirpe de politicastros de tres al cuarto- no tendrá paz hasta no verlos a todos entre rejas, cumpliendo su condena íntegra, pudriéndose.

Y los que han estado sometidos al terror, a la angustia, bajo amenaza, sin saber si cada día podía volver el padre, el esposo, el hijo, a casa. ¿Dónde queda esa vida?

Harta de oír hablar de demócratas que luchan ¿es qué es una nueva personalidad? ¿Un nuevo estado antropológico?. ¡Qué se dejen de demócratas! Hablamos de personas, de españoles que han dado su vida por hacer su trabajo, su digno trabajo, que estorbaba a los verdaderos intolerantes; siendo éstos unos asesinos eunucos que no dan la cara ni para manifestar lo que les han puesto en bandeja.

¿Y ahora se les llena la boca de alegrías y memeces a estos políticos? Asco es lo que dan, una repugnancia difícil de contener.

Yo acudiré a la manifestación en Madrid. Me da igual si es preludio de intenciones electorales -que no lo creo-, pero tengo que dejar oír mi voz y dar fe de mi presencia. Por el dolor y la impotencia que ha provocado esta gentuza a muchos de nosotros. Si ellos salen a la calle para pedir comprensión por sus amigos asesinos, yo salgo a la calle para pedir justicia por los que han muerto a manos de ellos y por los que han vivido y siguen viviendo bajo la amenaza de estos parásitos.

Anónimo dijo...

Puede ser, pero en esta ocasión no opino lo mismo. Porque si es cierto lo que dices entonces mas bien se podría decir de alguna forma que efectivamente eta ha sido derrotada; pero esto creo que es falso se mire por donde se mire.

Yo creo que los tiros van por otro lado, o por otros lados. Mas bien se puede decir que mas que eta haya ganado lo que ha sucedido es que España ha sido derrotada, lo fue desde el magnicidio de Carrero Blanco, quizás incluso antes, desde que Franco permitió la vejación patria al permitir a los desgraciados useños poner sus botas asesinas sobre la piel de toro. España está derrotada desde entonces y la eta solo ha sido una cuñita mas entre muchas en todo el proceso de asesinato.

Hoy España no existe, no seamos ingenuos, y si existe solo está en el corazón y en la mente de unas pocas docenas de católicos tradicionales, que no modernistas vaticanosegundistas. Porque España o es católica o no es: y no es; y para se español hay que ser católico, pero de verdad, como nuestros padres: y no lo somos. Los españoles de esta generación y la anterior cometimos defección contra la patria y contra la fe (que en el caso de la auténtica España lo uno va con lo otro) al dejarnos vender, entregando nuestra alma por cuatro baratijas baratas a cambio de las glorias prometidas por la democracia liberal, el modernismo, la tecnología occidental, y la todopoderosa mafia financiera mundial.

No. España no existe y los enemigos de España han vuelto a triunfar una vez mas. De hecho han logrado la victoria de una forma aplastante, implacable, espectacular y sin casi oposición digna de ser nombrada. Han destrozado España inmisericordemente. Después de tantos siglos esta vez SÍ lo han conseguido. 10 de 10.

Por eso mas bien sucede lo que se dice: que Dios permitirá la división y la destrucción de aquellas naciones que Lo traicionan y Le dan la espalda. ¿Es que no lo vemos?

Si España ya no pide la protección del Altísimo entonces el Altísimo lo concede y nos deja sin protección. Si Le damos la espalda, Dios nos deja solos ante nuestros enemigos. ¿O es que seguimos sin querer verlo?

Si, prefiero a una España muerta a una España que siga siendo vergüenza de los pocos que quedamos y que siga ofendiendo a Dios de manera tan desafiante. Sí, Señor, después de que Tus enemigos hayan terminado de hacer su malvado trabajo deja caer tu Justicia Divina para que todos conozcan Tu poder, destruye a España definitivamente para ejemplo de todos los pueblos y para todos los tiempos por llegar. Y solo si Tu lo quieres, Señor, da España o lo que quede de ella a aquellos de tus pocos hijos españoles que Te hayan sido verdaderamente fieles hasta el final.

España indigna y pestilente. Afortunadamente el cadáver ya va a ser enterrado en breve.

Anónimo dijo...

Todos dais por sentado que el tema de ETA está acabado lo mismo la pantomima del desarme les sirve para seguir tomando el pelo a la gente durante cinco años más por lo menos. Es todo una farsa y los actores, los políticos, son muy malos en ambos sentidos.

Fdo. Nathanbforrest

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