sábado, 18 de febrero de 2012

Por si quedaba alguna duda.

Que el enésimo abaratamiento del despido aprobado por un gobierno durante los últimos años va a traer más paro y más pobreza para la gran mayoría de los españoles no sólo lo dice el sentido común. Lo reconocen los que ahora gobiernan. Lo afirmaban los que ahora gobiernan cuando el despido fue abaratado por los otros. Y lo reconoce también el presidente de la CEOE, a quien no le duelen prendas en reconocer que si las cosas se acaban enderezando, lo harán por sí solas.

Pero, por si hacía falta otro evidencia más contra el abaratamiento del despido, nos viene por el argumento que se intenta presentar a favor del mismo.

Como ustedes saben, el papel de los llamados "sindicatos de clase" es desprestigiar, con su presencia, apoyo y protagonismo cualquier movilización contra cualquier medida que suponga un empeoramiento de las condiciones de trabajo en España. Es por ello que el actual gobierno los subvenciona, al igual que también fueron subvencionados por los gobiernos de Aznar (que, escuchando a algunos peperos, diríase que fue Zapatero el único que lo hacía).

Y resulta que el gran argumento a favor de la "reforma laboral" es que el régimen, al frente de las movilizaciones contra la misma, ha puesto a un paniaguado que cobra, por no hacer nada, casi 200.000 euros anuales (así es el régimen de la CE del 78: si no das un palo al agua, tu sueldo es de seis cifras; si te deslomas a trabajar, de tres, y enciman te dicen que debería ser aún menos). 200.000 euros anuales que cobra gracias al mismo partido del gobierno que ha perpetrado dicha "reforma", pero éste es un detalle que parecen pasar por alto los que llevan días recordándonos lo que gana este señor.

Porque imagino que ya habrán caído en la cuenta de qué comunidad autónoma es la caja de ahorros/banko del que este buen hombre cobró 181.000 euros por la patilla, el año pasado. Y que, paradójicamente, la presidenta de dicha comunidad, Doña Mayoría Absoluta Sincomplejos, es presentada por la prensa afín como el azote de los sindicatos...

Tiene guasa esa lógica que se queja de algo que ocurre con el visto bueno de un partido político, para luego presentarlo como prueba de lo bien que está todo lo que hace ese partido. Como también parece darse la circunstancia de que, a los mismos que se quejan del sueldo que cobra este señor, nunca les ha parecido importarles lo más mínimo cuánto cobran, por ejemplo, otros (don Rodrigo Rato, por ejemplo) que se dedican a "salvar con dinero público" bankos y cajas de ahorro (que, tirando de dinero ajeno, un servidor de ustedes salvaría hasta al Titanic, si fuese necesario). Unos sueldos, los de estos últimos elementos, que son diez veces superiores a los de los proletarios de prêt a porter, y que también salen de los bolsillos del contribuyente.

Pero a mí no me extraña en absoluto que los paniaguados bien pagaos hagan el paripé de oponerse a esta "reforma laboral", igual que hicieron el paripé con el anterior gobierno (otra desvergonzada mentira pepera: que los sindicatos de clase no salieron a la calle cuando Zapatero era el presidente). Para eso están y esa es su función.

A mí lo que me extraña (no me extraña, pero ya me entienden...) es que la gran mayoría de los que apoyan el abaratamiento del despido sean españoles que ganan menos de 900 euros y que, de aquí a dos días, van a pasar a desfilar ante una oficina del INEM, o a ganar menos de 700 (en el mejor de los casos). Y que parecen creerse invulnerables, en un ejercicio de absurdo razonamiento inconsciente, por haber votado al PP.

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