Se utilizará la llamada "alarma social" como excusa para encerrar, arbitrariamente, de por vida a quien rechiste. Bastará con que los voceros del régimen (subvencionados todos ellos, y reclamando más subvenciones aún en los tiempos que corren) te acusen de haber hecho algo, y que lo hagan durante el tiempo suficiente con titulares llamativos.
Ignacio ha bautizado este invento (redescubrimiento, mejor dicho) con su nombre de toda la vida: la ley de Lynch.
Así, la famosa reforma de la justicia anunciada por el gobierno ha resultado ser, simplemente, lo siguiente: a partir de ahora, el Tribunal Supremo en España lo compondrán, en la práctica, Pedro Piqueras, Jorge Javier Vázquez (et al.), Pepa Bueno, Matías Prats y las vistosas señoritas que presentan los telediarios en la Sexta.
Censura en internet, corralito, subida de impuestos, ley de Lynch...Y todo, en menos de dos meses. Hasta los fedeguicos están firmes y en primer tiempo de saludo, publicando hagiografías de don Mariano y el ministro Montoro, y cantando loas al otrora "jefe del PP malo" (el actual ministro de Justicia)...
¿Seguro que aún no habéis empezado a echar de menos a Zapatero?...
4 comentarios:
Gracias por la consideración.
Muy bien visto.
Anoche lo hablaba con mi santa. Ante lo bien que suena en principio lo de la condena revisable, le explicaba del peligro que tiene lo de "que causen alarma social".
Le ponía un ejemplo que le abrió los ojos de inmediato y con el que seguro que nos entendemos: Si un guarro sale trasquilado cuando vaya a por lana... ¿hasta cuándo habrá alarma social para Estebitan Ibarra y saldrán las manifas de "paremos el fascismo" en las teles?
Y el ámbito de aplicación, inimaginable.
¡ay de quien desde un ámbito público _un maestro, un juez_ ose oponerse a las "verdades" fundamentales del régimen _aborto, matrimonio gay_ ! Ya veo a conocidos lobbies pidiendo la perpetua!
El linchamiento era una forma de justicia popular frente a la flata de efectividad de la justicia formal, así que yo no hablaría de linchameintos, sino de justicia bolchevique.
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