viernes, 16 de diciembre de 2011

Mal de muchos...

...consuelo de demócratas.

Nos lo cuenta la ciencia moderna, que consiste principalmente en enunciar de forma pomposa y engolada las verdades que han sido evidentes para todo el mundo, toda la vida:

Un estudio con peces demuestra que la ignorancia favorece la democracia.

Ahora sólo queda calcular qué porcentaje de su cerebro tiene que dejar de utilizar un ser humano para tener eso que los políticos llaman "madurez democrática" y que resulta no ser otra cosa que comportarse como un pez.

Así que no olviden ser buenos y morder adecuadamente todos los anzuelos que pasen cerca de ustedes.

¡Ah! Y, después de treinta y seis años de derechos y libertades, les aconsejo que recuerden aquel viejo chiste y eviten, por todos los medios, mirar a los ojos a un pez. O, si no, aténganse a las consecuencias...

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El silencio de los corderos.

Cuando el PP gobierna y lo hace mal, pierde 500.000 votos (diferencia entre los votos obtenidos en las generales del 2000 y las generales del 2004).

Cuando el PSOE gobierna y lo hace mal, pierde 4.500.000 votos (diferencia entre los votos obtenidos en las generales del 2008 y las del 2011).

Y ahora, cuéntenme otra vez eso del voto cautivo de las izquierdas y lo del mejor y mayor criterio de las gentes de derechas, supuestamente mucho más exigentes que las de izquierdas con los políticos a los que votan...

¡Ah, perdón! Se me había olvidado que el PP nunca hace nada mal, porque, si lo hace el PP, ya no está mal hacerlo... Son las cosas del directo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La constitución es...¡anticonstitucional!.

Escuchado,anteayer, de boca de un compañero de trabajo:
"El artículo 135 de la Constitución, tal y como ha quedado redactado después de la reforma, es anticonstitucional."
Acto seguido pasa a explicarme el porqué y (martillazo de autoridad en la mesa) que lo había leído en un artículo escrito por un catedrático de Derecho.
Para que luego vayan diciendo por ahí que los españoles no se merecen (o "no nos merecemos") presidentes de gobierno como Zapatero (o Rajoy) o políticos como los que hay en España.
Demasiado poco nos pasa, teniendo en cuenta la lluvia de fuego y azufre que pedimos a gritos todos los días, tanto con nuestro comportamiento como con nuestra forma de razonar.
De hecho, si los políticos nos tratan como nos tratan, es porque no nos conocen bien. Si nos conociesen mejor, nos tratarían aún peor de lo que ya lo hacen.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Un ejemplo que ni pintado.

Me lo recordaba ayer, a través de un correo electrónico, una querida amiga de este blog (y del que esto escribe): Un numerario del Opus Dei irá en las listas electorales de la coalición "Amaiur".
"Amaiur", que defiende el llamado "derecho de autodeterminación" de las Vascongadas y Navarra, está formada por Eusko Alkartasuna y diversos grupos de la ideología conocida como "izquierda patriota" (abertzale, en vascuence).

Naturalmente, esto ha provocado la extrañeza de no pocos. Al fin y al cabo, ¿qué hace un numerario del Opus en feliz compañía electoral de gente relacionada, de forma más o menos cercana - o lejana, según se mire-, con el llamado "mundo de ETA"? ("Movimiento vasco de liberación nacional", en aznarí).

Pero lo cierto es que, teniendo en cuenta que el número de víctimas del aborto es infinitamente superior al de victimas de ETA, y que una considerable cantidad de miembros del Opus Dei (algunos muy conocidos) han ido y seguirán yendo en las listas electorales del PP, no sé de qué nos estamos extrañando aquí.

Quizás esta noticia es una buena oportunidad (la enésima, de hecho) para preguntarnos porqué, la relación con partidos anticristianos que promueven aberraciones de todo tipo no parece tener, en la mente de muchos, la menor importancia (o muy poquita) cuando del PP se trata y, en cambio, es observada cuidadosamente, y con la más potente de las lupas, cuando las siglas son otras.

Y, cuando hablo de "la mente de muchos", no me refiero solamente a las mentes de los simpatizantes y militantes del PP.

¿Es que lo de "las buenas intenciones", "cristianizar el partido" o "cambiarlo desde dentro" no es aplicable cuando se trata de la coalición Amaiur? ¿O será que las "buenas intenciones", la "cristianización del partido" o el "cambio desde dentro" no son más que excusas para salir del paso que sólo son válidas cuando se trata de brindar apoyo a unas siglas muy concretas?.

PS: Una entrada Manteca vintage sobre este mismo asunto.

PSS: Aclaro que esta entrada no es, ni pretende ser, un artículo de opinión sobre el Opus Dei. El dato de que el candidato de Amaiur sea numerario del Opus Dei es completamente irrelevante, en lo que se refiere al tema que estamos tratando (la bula de la que gozan, a la hora de justificar lo injustificable, las siglas PP).

lunes, 14 de noviembre de 2011

Sor Paris.

Esperanza Aguirre odia la política. Indudablemente, se ha metido en este negocio por puro espíritu de sacrificio, y llevada por la preocupación y el amor al prójimo, ya que, por lo que podemos comprobar, sus verdadera vocación va por otros derroteros (quizás no tan distintos de la política, ahora que lo pienso).

La presidenta de la Comunidad de Madrid, en los ratitos libres que le deja la actividad mitinera y soflamática, se dedica a ejercer de stand-up comedian ("monologuista"). Que es algo así como la versión inofensiva, y a veces hasta graciosa, del político (o el político es la versión puñetera, fastidiosa y sin gracia ninguna del monologuista, vaya usted a saber).

Doña Esperanza, demostrando que las repetidas y frecuentes dosis de peróxido de hidrógeno aplicadas al lecho capilar no afectan necesariamente al ingenio, ha comparado a un socialista hablando de crear empleo, con Paris Hilton contándonos cómo se funda un convento. Dicen que a la presidenta de Madrid le hizo tanta gracia su propia frase que hasta consiguió esbozar un sucedáneo de sonrisa llegando a mover, al menos, tres músculos faciales simultáneamente.

Seguro que han oído hablar de Paris Hilton. Es una moza (entrada en años ya, dirían nuestras abuelas) que tiene el dinero por castigo. Por eso vive en Los Angeles. De no ser así, le habría convenido mudarse a Madrid hace bastante tiempo, ya que, en la capital de España, las píldoras abortivas y los abortos quirúrgicos (en caso de que la señorita Hilton requiriese tales eventualidades) le saldrían completamente gratis.

Difícilmente puede uno imaginarse, de todas formas, a miss Hilton - que comparte con doña Esperanza la afición a la tintura capilar - fundando un convento. Eso sería una barbaridad tan improbable como que políticos abortistas comulgasen, con televisión en directo, de manos del mismísimo Arzobispo de Madrid.

Oh, wait...

jueves, 3 de noviembre de 2011

Revolution Street: (XVII): Shiny, happy people.

Mariano Rajoy se comprometió hace pocos días a "devolver la felicidad a la sociedad española".

Aunque no debemos dejar de señalar las grandes similitudes entre la lógica pueril de la parroquia pepera y los escuálidos y aisladísimos norcoreanos ("La felicidad es un don de nuestro todopoderoso Amado Líder, en el que tenemos tanta fe que hasta estamos convencidos de que hará lo contrario de lo que dice que hará"), lo cierto es que don Mariano dice la verdad.

Probablemente, el advenimiento, a la presidencia del gobierno, del "Hombre-cuyo-nombre no es-Rubalcaba" no devuelva la felicidad a todos los españoles que ahora mismo no son felices, pero hará felices a todos sus votantes (que, al fin y al cabo, son los únicos que cuentan a la hora de ganar unas elecciones).

Porque, cuando "Partido-que-no-es-el-PSOE" desplace del gobierno al "Partido-que-no-es-el-PP", en España seguirá habiendo (recopilación realizada por un amigo que -acabo de comprobarlo- cumple años hoy) experimentación con seres humanos embrionarios, divorcio, uniones homosexuales equiparadas al matrimonio, educación para la ciudadania, operaciones de cambio de sexo financiadas con dinero público, usura despenalizada, negociación con terroristas y separatistas, perdida de derechos y de condiciones laborales, entrega de dinero público a los bancos, sindicatos y patronal pagados igualmente con dinero publico, abaratamiento del despido y subidas de impuestos acompañadas de más facilidades a los grandes capitales y empresas para no pagarlos (y más cosas de las que nos iremos enterando).

Pero los votantes del PP serán felices como perdices. Se lo garantizo. Exceptuando los ratos en los que se enteren de que hay gente que no está contenta con la situación, lógicamente. Aunque, en realidad, esto revela su estado de ánimo, no como felicidad (que se tiene independientemente de que otros compartan o no tu punto de vista), sino como euforia producto de una seria embriaguez (ese estado en el que uno pretende estar de lo más simpático, pero se cabrea como un mono capuchino con cualquiera que le lleve la contraria).

Y, aunque el hecho de que alguien confunda la felicidad y la embriaguez simpaticona revela también que, muy probablemente, no se ha sido feliz en muchísimo tiempo, lo cierto es que semejante cambio de estado de ánimo (que consiste en una alegre ceguera cuando gobiernan los tuyos, y en una dolorosa y súbita conciencia del entorno cuando gobiernan los otros) demuestra también que un demócrata, cuando vota, no busca solucionar ningún problema del mundo que le rodea, sino colorear de rosa el universo interior en el que ha decidido encerrarse (tragándose la llave de la puerta, de paso).

Y es que, en estas elecciones, como en todas las que ha habido en España durante las últimas tres décadas y media, millones de españoles, conscientes de que su país padece una grave enfermedad, no acudirán a las urnas buscando curación.

Buscarán anestesia.

Y todos sabemos lo que le ocurre a los que se inoculan una droga de forma continuada, ¿verdad?.

Que cada vez se necesitan dosis mayores del producto en cuestión para mantener un efecto igual o parecido.

Pues eso.

martes, 1 de noviembre de 2011

Se hace saber...

...que, durante la próxima legislatura, para reforzar el necesario consenso y la imprescindible unidad de los demócratas, y promocionar la marca España, la anticuada y retrógrada expresión "Blanco y en botella" será sustituida por la más dinámica y actual "Pepiño y doña Ana".

Don José María, a pesar de no poder evitar fruncir el ceño (y las abdominales) cada vez que escucha esta expresión, ha mostrado ya su total disposición a apoyar la iniciativa, con el fin de tranquilizar a los mercados.

lunes, 31 de octubre de 2011

Peones azul celeste.

Dice Luis del Pino (al igual que otros muchos), que al PP hay que votarlo para que pueda sacar mayoría absoluta y que así no "tenga que" depender de pactos con partidos nacionalistas para poder gobernar.

Pues sí, Don Luis...Sería una pena que el PP no sacase mayoría absoluta y que, debido a ello, se viese forzado a comportarse tal y como hace en Galicia, Valencia o Baleares, comunidades en las que...oh, wait...

Pero, vamos, que como tampoco es cuestión de ponerle las cosas demasiado difíciles al autor del blog más visitado de España (creo), voy a explicarlo de nuevo, y de forma muy sencilla:

1- Si el PP saca mayoría absoluta, como ya hemos comentado, la culpa de todo la tendrá Zapatero, pero hay un problemilla: Si la gente (decenas de millones de españoles) que cree a pie juntillas que sólo un gobierno del PP con mayoría absoluta puede arreglar esto, comprueba que esto sigue cuesta abajo y sin frenos, el número de personas que podría llegar a convencerse de que el problema no es el collar del perro, sino el mismo chucho, podría aumentar peligrosamente (no digo que tengan que ser muchos; bastaría con que superasen los 100.000).

2- En cambio, si el PP no saca mayoría absoluta, todo lo que ocurra se achacará a que el PP tendría que gobernar pactando con otros partidos. Y eso ayudaría a mantener, a todas esas personas que creen que esto se arregla con una mayoría absoluta del PP, convencidas de las presuntas bondades de un perro cuyo único problema sería que no se le ha podido comprar el collar antipulgas adecuado (y, encima, nos echarán la culpa a los fachas y a los carcas que no hemos votado al PP).

Así que, don Luis...¿Usted qué alternativa, de las dos planteadas, cree que prefiere don Mariano? ¿Y los jefes de don Mariano?.

PS: Y, por supuesto, si el entusiasmo de los fans desborda los deseos de los ídolos, y el PP saca 200 diputados, también está todo pensado y previsto: anuncio de desastre inminente al canto para asustar al populacho, y gobierno de concentración nacional como única fórmula para salvar la marca España.

Una sumisión cívica.

"A mí me tranquiliza que venga un gobierno del PP y aplique la ley y las promesas que ha hecho a las víctimas del terrorismo y no se siente a negociar con ETA".

Son palabras de Francisco José Alcaraz, recogidas aquí, y pronunciadas el sábado, no sé si antes, durante o tras el enésimo evento de lavado de cara del PP organizado por asociaciones "cívicas" e "independientes de toda sigla política", que tienen por costumbre saltar como muelles para señalar al PSOE como único culpable de lo que hacen PSOE y PP en consensuada y democrática compañía (los chanchullos institucionales con ETA, en este caso). Declaraciones que - me atrevo a decir- despejan cualquier duda (suponiendo que quedase alguna) al respecto: Francisco José Alcaraz es/se ha convertido/nunca ha sido otra cosa que (táchese lo que no proceda) la Pilar Manjón del PP (por mucho que nos pese).

No es de extrañar que el PP señale, utilizándolos como escudos lacrimógenos, a las víctimas del terrorismo (al menos, a las víctimas del terrorismo a los que los medios afines al PP dan bola) como "referente moral". Son esas víctimas del terrorismo que se manifiestan por la calle orgullosamente acompañadas de Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior de un gobierno que negoció públicamente con ETA. Son esas víctimas del terrorismo que ponen su esperanza en Mariano Rajoy, que ya fue vicepresidente de un gobierno que negoció públicamente con ETA, y del que sus acólitos ya anuncian lo que piensa hacer. Son esas víctimas del terrorismo (no todas, repito), que no tienen inconveniente en presentarse a las elecciones (hablo de Teresa Jiménez Becerril, por ejemplo, pero también del caso más flagrante: María del Mar Blanco) formando parte de candidaturas encabezadas por don Jaime Mayor, ministro del Interior también durante esos años de negociaciones con ETA - perdón, "contactos con el movimiento vasco de liberación nacional", quería decir-, en los que se acercaron presos etarras a las Vascongadas a troche y moche, y en los que la peor calaña de entre la peor calaña etarra (hablamos de Iñaki Bilbao y hasta de Ignacio de Juana Chaos) redimían penas a toda pastilla haciendo la "o" con un canuto mientras estaban en prisión.


Son esas víctimas del terrorismo a las que el PP nos señala, machaconamente, como ejemplo a seguir porque son rebeldes contra el PSOE y sumisas y ciegas (siendo benévolos) con el partido de la gaviota. Son esas víctimas del terrorismo que organizan una campaña contra un gobierno que negoció con ETA y luego presentan la memoria de la misma acompañadas...del ministro del Interior de un gobierno que negoció con ETA. Son esas víctimas del terrorismo que organizan actos en los que (al igual que todo acto organizado por una organización satélite del PP) se marcan límites clarísimos a la verdad y a la memoria, que consisten en no decir ni hacer nada que pueda molestar al PP. Son esas víctimas del terrorismo que nos recuerdan que el dolor y la tragedia personal - aunque se quieran utilizar como prueba de infalibilidad y virtudes personales extraordinarias- no le hacen a uno inmune al error, a las tomaduras de pelo o al sectarismo (si acaso, le pueden hacer a uno más vulnerable a las palmaditas en la espalda de los buitres que pululan alrededor).

Son esas víctimas del terrorismo que, como el resto de activistas de las organizaciones satélites del PP, exigen la perfección absoluta a los políticos del PSOE, mientras tienen preparada una ristra interminable de disculpas y el infinito beneficio de la duda para los políticos del PP. Son, en definitiva, esas víctimas del terrorismo que afirman saber lo que se cuece entre bastidores, pero que no parecen haber caído en la lógica conclusión de que, de haber negociaciones con ETA en este momento (algo que nadie niega) probablemente no sería el gobierno actual (al que le quedan dos telediarios) el que las llevase desde hace un tiempo, sino el gobierno que entrará tras las próximas elecciones generales (ése mismo cuyo cercano advenimiento sirve como lexatín político para algunos).

Veremos entonces, cuando llegue el momento de la mano izquierda (que es la mano con la que se firman indultos y se conceden pensiones vitalicias, al parecer), la reacción de algunos. Y comprobaremos también la más que previsible reacción de esos medios de comunicación que ahora parecen incansablemente volcados en la tarea de darle voz a los que critican al PSOE sin mencionar al PP. Al igual que los activistas del movimiento provida cuando Aznar llegó a la presidencia del gobierno, más de uno podrá dar fe de que hay micrófonos y cámaras que, cuando gobierna el PP, desaparecen a la misma velocidad con la que se te acercan cuando gobierna el PSOE.

PS: Las dos Españas: una, sumisa con el PSOE. La otra, sumisa con el PP. En realidad, son una sola. Ni grande, ni libre, pero una sola.

lunes, 24 de octubre de 2011

El ERE de ETA.

Que sí. No le den más vueltas. ETA se ha acabado ("Órdenes de arriba"). Sobre todo, porque ya no es necesaria. No hay dinero (ni aquí ni procedente del exterior, que este último ya nos lo hemos fundido jugando al monopoly) suficiente para mantener este invento denominado "estado de las autonomías" (del que François Miterrand dijo que era excelente para España, pero que -¡ay, qué pena!- no podía aplicarse en Francia por esto y lo otro) y, dado que las comunidades autónomas, quizás en menos tiempo del que pensamos, serán desmanteladas y reducidas al tamaño y competencias de las actuales diputaciones provinciales, la existencia de ETA no tiene ya sentido.

Y es que una de las funciones de ETA (reconocida o no) ha sido la justificación de la desmembración administrativa del estado. La demonización del anterior Jefe del Estado (imprescindible para justificar el latrocinio legal e institucionalizado de estas últimas tres décadas y media) siempre ha llevado adherida, como hermana siamesa, la idea de que los etarras eran un poco bestias, y hasta algo exagerados en sus supuestas ansias de independentismo, pero que "algo de razón, tenían".

Y ese "algo" en el que los etarras se supone que "llevaban razón" no era otra cosa que la exigencia de conceder cuotas cada vez mayores de "autogobierno" a las regiones españolas, en detrimento del llamado ahora "gobierno central". Un "gobierno central" que (se suponía) sólo velaba por los intereses de la capital del Reino, en perjuicio de "todo-aquello-que-no-es-Madrid".

Y esta exigencia de poner el gobierno de las regiones en manos de caciques más o menos autóctonos, partía, a su vez, de la absurda premisa que afirma que, para saber solucionar un problema que se da en un determinado lugar, tienes que haber nacido y vivido toda la vida en ese mismo lugar (para entendernos: que Wall Street dejaría de provocarnos pulmonías con sus resfriados si todos los agentes de bolsa hubiesen nacido y vivido toda la vida en Manhattan).

Lo cierto es que esta curiosa (y cateta) lógica no se paró con la creación de "diecisiete miniunidades de destino en lo universal" (en genial definición de los Pisitófilos Creditófagos), sino que, dentro de cada autonomía, y en vista de que los supuestos agravios "del centralismo" solían ser recompensados con el dinero del contribuyente, dio origen a otro nuevo "centralismo" del que hacerse víctima: el "centralismo" de la capital autonómica. Ahora ya no teníamos un solo centralismo opresor, sino diecisiete. Málaga y Granada se sentían "oprimidas" por Sevilla. Cuenca y Guadalajara, por Toledo. León, por Valladolid. Y hasta en las autonomías uniprovinciales había "oprimidos" por el "centralismo"(Gijón por Oviedo, por ejemplo).

Y, como ya digo (que me desvío del tema de las capuchas y del vascuence aprendido en academia subvencionada, e ininteligible para el aitatxo que siempre vivió en su caserío), todo este maremágnum (que facilitó enormemente -al multiplicarla por dieciocho- la colocación y enriquecimiento, a costa del erario público, de familiares, amigos y conocidos con carnet del partido) era la consecuencia de la aplicación, en el mundo real, de las supuestas "razones" que, en tiempos de Franco, sí habrían justificado la existencia (y las actuaciones) de ETA.

De hecho, una de las quejas más frecuentemente expresadas, tanto por los políticos en los medios de comunicación, como por Juanito Español en la calle, era el no entender por qué ETA seguía matando si en España ya teníamos democracia liberal y una descentralización administrativa sin parangón en Europa (y por algo será, repito, que en otros países no quieren saber nada de este invento). Pero eran los crímenes de ETA y sus inacabables y cada vez mayores exigencias de más descentralización administrativa (hasta culminar en la independencia de la llamada "Euskadi", subvencionada por el resto de los españoles), precisamente, lo que hacía parecer razonable, legítimo, y hasta imprescindible, la existencia de las comunidades autónomas ("Imagínate, Paco, lo que pasaría si quitasen las autonomías...saldrían nuevas "etas" por todas partes, y se iba a liar una...").

El fin de ETA (eso sí) vendrá, no con este gobierno, sino con el que salga de las urnas el 20-N. Me atrevo a pronosticar que será un gobierno presidido por alguien del PP (hay días en que no me atrevo a afirmar que sea Mariano Rajoy) el que haga de olentzero (esto del independentismo vasco tiene estas ironías: con tal de llevar la contraria al resto de España, se inventan un personaje navideño que trae carbón a los niños que se portan bien). También creo que tiene razón Fray Fanatic, y el "ERE de ETA" se realizará siguiendo el espíritu empresarial y emprendedor de los tiempos que corren: prejubilaciones millonarias con dinero público para los veteranos que ya entraron con contrato fijo, y despido sin indemnización para los jovenzuelos que ya hayan cumplido su contrato basura.

Por eso mismo no deja de tener ironía (la ironía acostumbrada en estos casos) que este fin de semana ya se haya anunciado una manifestación contra el actual gobierno (la acostumbrada manifestación contra el gobierno socialista poco antes de las elecciones, dicho sea de paso), teniendo en cuenta que no será este gobierno, sino el próximo, el que reparta los premios: Pero creo que ya nos estamos acostumbrando a que, cuando PP y PSOE perpetran una canallada juntos, siempre surge algún invento autocalificado como "cívico" o "independiente de toda sigla política", que, acompañado de "los peperos buenos", monta jaleo para señalar, como único culpable, al PSOE.

¿O no?.

PS: ¡Y qué desconsolado que anda don Mariano! No hay más que verle...Sólo le ha faltado imponerles la gaviota de oro y brillantes a don José Luis y a don Alfredo. Gracias a estos chicos de ETA, evitar la victoria por mayoría absoluta es ahora, mucho más sencillo. Y es que, si ganamos por mayoría absoluta, ¿a quién íbamos a echar la culpa de todo lo que haremos durante la próxima legislatura?.

jueves, 20 de octubre de 2011

sábado, 15 de octubre de 2011

Laiccionario (IX)

Ingeniería Social de Zapatero: Cochinadas y maldades de diverso pelaje que el PP ya perpetraba incluso antes de que los votantes del PP supieran que existía un individuo llamado José Luis Rodríguez Zapatero.

Bachillerato Excelencia: Enseñarle, a los cuatro superdotados del insti, todas esas cosas que, hace cuarenta años, se sabía hasta el más tonto de la clase con dos o tres años menos.

Sindrome NERDS: Cuadro clínico que se compone de dos fases perfectamente diferenciadas. En la primera, el paciente se tira unos ocho años (como mínimo) pronunciando diversas variantes de la conocida expresión "Si yo tuviera una escoba, ¡cuántas cosas barrería!...". La segunda fase comienza en cuanto al sujeto se le proporciona la escoba y consiste en una parálisis contumaz que impide barrer y en un incontenible impulso que obliga a hablar continuamente de la "Nefasta (h)Erencia Recibida Del Susodicho".

Nihil novum sub sole (VII)


"El capitalismo, tan desdeñoso, tan refractario a una posible socialización de sus ganancias, en cuanto vienen las cosas mal es el primero en solicitar una socialización de las pérdidas."

José Antonio Primo de Rivera, Conferencia pronunciada en el Círculo Mercantil de Madrid el 9 de Abril de 1935.

(Traído a colación y repicado por varios amigos de facebook).

domingo, 9 de octubre de 2011

Treinta años no son nada.

Seguramente, a muchos de los lectores de esta bitácora habrán podido comprobar, a estas alturas, la similitud (al menos, en el lema) entre los carteles electorales del PSOE para los próximos comicios con los del referéndum convocado por el régimen anterior (sí, ése que tiene la culpa de todos los problemas del régimen actual) para aprobar la Ley Orgánica que nombró, como sucesor del anterior Jefe del Estado, al que tenemos hoy en día (propaganda engañosa, como pueden comprobar, ya que se utilizaba el nombre de Franco como aval -y hasta tapadera, diría yo- de su sucesor en la Jefatura del Estado, a quien ya entonces se le consideraba, por lo que podemos ver, como "el innombrable").

45 años separan aquel referéndum de las ya cercanas elecciones generales (¡O tempora, o mores! A los españoles se les convocaba a las urnas para refrendar leyes orgánicas, y ahora reforman la constitución - ésa que, cuando interesa, sirve como excusa para no hacer esto o lo otro "porque, si lo hiciéramos, habría que reformar la constitución"- y, de propina, nos dan la libertad de no ser consultados en absoluto).

Sin embargo, lo que no parece llamar tanto la atención (imaginamos que no interesa) de las despiertas mentes de muchos es la escandalosa (por obvia) similitud que también existe entre los carteles de dos campañas electorales: la que, hace treinta años, llevó a la presidencia del gobierno a Felipe González (hoy calificado de "prudente hombre de estado" por los mismos familiares, vecinos y amigos que, hace quince años, le consideraban el enemigo público número uno) y la que llevará, no sé si a su pesar (este fin de semana sacaron al estrado, en Málaga, a José María Aznar en un descarado intento de movilizar al electorado socialista), a Mariano Rajoy a una victoria por mayoría absoluta casi tan aplastante como la conseguida por el otrora abogado laboralista sevillano.


El cambio (innegable, en muchos aspectos, casi todos negativos, en el ejemplo del PSOE en 1982) prometido ahora consiste, nada menos, que en poner de presidente del gobierno a un señor que, hace ocho años, era vicepresidente del gobierno (para Rajoy, la política ha sido como subir un ochomil de ésos: los últimos metros han sido los más difíciles de escalar y los que más tiempo le han llevado -nada que no pueda sobrellevarse con adecuadas dosis del Marca y Teledeporte para combatir el aburrimiento). Es decir: que no es un cambio, sino una reposición.

Con muchos paralelismos con las reposiciones que, en las salas de cine, se hacen de películas ya estrenadas hace tiempo, pero reeditadas ahora en diferentes formatos o con escenas (léase: "propuestas programáticas", en el caso de la política) que, antes, se dejaron fuera del metraje porque se consideraron demasiado fuertes para los gustos del público, pero que ahora, ya pueden ser incluidas porque el respetable ha recibido, durante todos estos años, dosis repetidas y suficientes de crudeza audiovisual cada vez mayor.

Es lo que le ocurrió a éste que les escribe cuando se metió, hace ahora once años, en un cine a ver el llamado "montaje del director" de la película "El exorcista", estrenado casi treinta años después de la versión originalmente estrenada en la gran pantalla. Si con el montaje de 1973 pasé miedo, el del 2000 me costó acudir al trabajo, al día siguiente, tras una noche de completo insomnio.

Así que ya lo saben: Si la versión del cambio de 1982 les metió el miedo en el cuerpo (y en el alma, no lo olvidemos), el "montaje de los directores" (como quiera que se llamen) que se estrenará en el 2012 incluirá escenas nunca vistas anteriormente que dejarán a los españoles petrificados y agarrados al sillón (al del salón de su casa o al del carguete) de tal guisa que se les olvidará hasta levantarse para hacer cola ante la oficina del INEM más próxima (algo que, de ocurrir, no tardaría en ser presentado por el próximo gobierno como un síntoma de mejoría).

PS: Escuchando, hoy día, los elogios que recibe Felipe González, imaginen los que, seguramente, recibirá Zapatero, dentro de no mucho tiempo, por parte de los mismos que ahora le consideran el Gran Satán, y sonrían un rato.

PPS: Unos copian a Franco; los otros, a Felipe González. El Enemigo Único (sea quien fuere) parece ejercer, en sus detractores, una especial fascinación que les lleva a intentar emularlo de una manera u otra.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

No es lo que parece.

No se alarmen. Esto no es más que la conocida y deseada "autorregulación del mercado".

Efectivamente, y como todos sabemos, la "ley de la oferta y la demanda" no sólo es sagrada e irrebatible, sino que supone una perfecta e infalible explicación de todo suceso que acontece a nuestro alrededor (salvo cuando nadie nos quiere comprar lo que queremos vender al precio al que lo queremos vender, en cuyo caso ya no habrá "ley de oferta y demanda", sino que la culpa será de "los especuladores", "los mercados", "los bancos, que ya no dan crédito" o "elgobiernosocialista").

Es decir: si la gente rebusca, libremente y sin que nadie le obligue, en la basura para comer (o para lo que sea), no es porque pase penurias ni necesidades, sino porque algo bueno debe tener la basura para que cada vez más gente la prefiera a la comida limpia, fresca y envasada que venden las tiendas y supermercados.

Tiendas y supermercados que, de persistir con sus viejas y caducas costumbres de añorar tiempos pasados, negándose a vender comida sucia y podrida, despreciarán a un target de posibles clientes que, como puede comprobarse, es cada vez mayor (¡que estamos en el Siglo XXI, por favor!).

Claro que, quizás la culpa sea del gobierno actual, que mantiene absurdas normas que coartan la libertad de empresa, como la prohibición de vender comida en mal estado. ¡Quién sabe cuántos puestos de trabajo se están perdiendo, o dejan de crearse, porque las cadenas de alimentación no pueden vender este tipo de productos! (cada vez más demandados por la población, repetimos).

¡Ah! Y hoy, liga de fútbol...Si es que en España, como en ningún sitio, oye...

Tres reflexiones.

Tres reflexiones sobre España, reserva de mano de obra barata de Occidente.

1- A ver si lo he entendido bien: En Madrid y Castilla-La Mancha (por ejemplo), Esperanza y Cosperanza (respectivamente) están despidiendo -o van a despedir- a un buen puñado de profesores interinos. Cuando se publiquen las cifras del paro, y éste haya aumentado en sus respectivas comunidades autónomas, afirmarán, sin inmutarse, que es culpa, única y exclusivamente, de ese ente conocido como "nefasta gestión del gobierno socialista".

2- Los liberales ésos que dicen que Franco era "socialista de derechas" proponen, como infalible receta, la bajada de los salarios, la eliminación de los contratos fijos y la desaparición de la indemnización por despido. Y, cuando se siguen sus sabios consejos, y comienzan los despidos a mansalva, se legaliza la perpetuación de los contratos temporales y se bajan los salarios, le echan la culpa del aumento del paro, de la precariedad laboral y de los infrasalarios...al gobierno socialista que ha puesto en práctica lo que ellos predican. Mirá vos...

3- ¿Qué nos apostamos a que el año que viene, cuando el presidente del gobierno sea del PP (no me atrevo a asegurar que se llame "Mariano Rajoy") y el número de parados se esté acercando peligrosamente a los 6 millones, 6, descubriremos - ¡súbitamente!- que existe un "paro bueno" y un "paro malo"?.

martes, 20 de septiembre de 2011

Liechtenstein, enemigo de "lo bueno".

En Liechtenstein, algo más de la mitad de la población ha rechazado, en referéndum, una iniciativa conocida, coloquial y propagandísticamente, como "Antes ayudar que castigar" [a las mujeres que matan a sus hijos mediante un aborto provocado], y que perseguía la despenalización del aborto en este pequeño país alpino.

Dicho de otra manera: En Liechtenstein, aun habiendo dado un peligroso paso en muy mala dirección al someter a votación una cuestión como ésta, se ha rechazado de plano la filosofía de ese conglomerado de asociaciones, foros y plataformas afines al PP que, habitualmente acompañados de arrimados varios y variados, ha conseguido ser conocido como "movimiento provida".

Una filosofía (la del llamado "movimiento provida" español) que incluye, como uno de sus grandes eslóganes, la afirmación de que, a la mujer que aborta a su hijo, no hay que castigarla, sino ayudarla.

Una "filosofía" - la del "movimiento provida" en España- que es (como ellos mismos reconocen en este artículo) la que han utilizado los abortistas siempre y en todas partes para que el aborto sea permitido (y, por supuesto, la que se quiere utilizar también en Liechtenstein).

Y, como bien reconocen ellos mismos, dando un portazo en las narices a los razonamientos del movimiento provida español ("ayudar antes que castigar"), Liechtenstein ha dicho "No al aborto".

No sabemos si los grandes expertos en marketing y en estrategia, cuando pase la euforia del momento, darán una gran regañina a la gente decente de este pequeño país (una exigua mayoría, a tenor del resultado del referéndum), puesto que han votado "en negativo" (es decir, rechazando una propuesta), y bien sabido es (pardiez) que hay que ser súperpositivos, caiga quien caiga (más de cien mil al año, y sin contar las píldoras), y que "la vida se defiende" estando a favor de todo y en contra de nada.

Pero, por ahora, su reacción, como la de cualquier trepa profesional, ha sido acudir en auxilio del vencedor para apuntarse un tanto y, de paso, echar la culpa de su propia propaganda ¡al presidente del gobierno! (a ver si ahora va a resultar que es el propio Zapatero el que lleva las riendas de los manifiestos, declaraciones y manifestaciones de las organizaciones satélites del PP).

Porque, tal y como reconocen ahora (como si ellos alguna vez hubiesen afirmado lo contrario), el eslogan de "ayudar en lugar de castigar" (pregunten a algún provida español si a las mujeres que abortan a sus hijos habría que mandarlas a la cárcel, a ver qué les contesta), no es más que (tal y como se ha dicho siempre en este blog) un "disfraz buenista" para colar la despenalización del , o (en el caso de que ya se haya colado) para justificar su perpetuación (que, recordemos, ya los hay que no tienen empacho alguno en calificar dicha despenalización como "buena").

Pero, como ya hemos dicho en otras ocasiones, tanto cinismo y tanta caradura (alegrándose de que en Liechtenstein triunfe, en un referéndum, lo contrario de lo que ellos defienden aquí) tiene una fácil explicación.

Aquí han sacado a la gente a la calle para pedir, no la prohibición del aborto, sino que la legislación abortista en España (píldoras abortivas, experimentación con embriones, aborto libre despenalizado), continuase como estaba. Dicho de otra manera: han sacado a la gente a la calle a defender la continuación del programa abortista del PP (el partido para el que siempre han pedido el voto, cada vez con menor disimulo).

En Liechtenstein, en cambio, (como en Brasil, Argentina, Uruguay), donde el PP no se presenta a las elecciones, no tienen problema alguno en llamar a las cosas por su nombre. Llegando al extremo, repetimos, de afirmar ahora que es el presidente del gobierno el que sostiene todo lo que ellos siempre han sostenido y seguirán sosteniendo.

Para que vean que, de tontos, ignorantes y/o ingenuos, no tienen ni un pelo.

Que, al fin y al cabo, de todos es sabido que, para vivir sin dar golpe, tiene uno que ser bastante más listo de lo que aparenta.

PS: Al afirmar que Liechtenstein es un país "mayoritariamente católico", los laicistas ppositivos "pasan por alto" un importante detalle: Liechtenstein no sólo es un país "mayoritariamente católico". También es un país confesional católico.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Brindu.

Recordaba hoy un amigo de facebook la conocida y estremecedora frase que la madre del militante socialista Joseba Pagazaurtundua, asesinado hace años en Andoáin por ETA, espetó al actual presidente del gobierno vasco, Francisco López Álvarez ("Pachilópez", de nombre de guerra), cuando éste se reunió, en un hotel de San Sebastián y a plena luz del día y con presencia de los medios de comunicación, con dirigentes del llamado "entorno de ETA".

La frase, como todos recordarán, decía algo así como "Harás y dirás cosas que nos helarán la sangre".

Aunque me parece difícil que, en un país donde se abortan más de cien mil inocentes cada año y en el que el común de los mortales trabaja cinco meses al año (suponiendo que tenga la suerte de tener trabajo) para sostener el lujoso tren de vida de los que viven sin trabajar, todavía haya gente a la que se le hiele la sangre por el hecho de que un político haga, delante de las cámaras, lo que todo el mundo sabe que hace cuando nadie le mira, lo cierto es que la escena de don Francisco departiendo serenamente con miembros de la entonces ilegalizada izquierda independentista vasca ha quedado ya obsoleta.

En efecto, si ustedes se fijan en don Francisco, al menos él tenía careto de circunstancias. Tenía cara de "¡Menudo papelón tiene que hacer uno a veces para conservar sus habituales fuentes de ingresos!". Sin embargo, en la conocida Semana Grande de San Sebastián, hace menos de un mes, se pudo ver, también a la luz de las cámaras, a unos simpáticos muchachos brindando, alegremente y con una enorme sonrisa, con el actual alcalde de la capital guipuzcoana, Juan Karlos Izagirre, miembro, como todos ustedes saben, de la coalición Bildu, de la que se afirma que es la misma a la que pertenecían (o pertenecen) Arnaldo Otegi y el que está a su derecha.


Estos simpáticos muchachos son (por si la estética no resulta suficiente pista para resolver el enigma) concejales del PP en San Sebastián. Uno parece haberse escapado de un anuncio televisivo de una cadena de clínicas dentales, y el otro, del de un desodorante. Pero a ambos se les nota un desenfado y una alegría, departiendo con un miembro del llamado "brazo político de ETA", que ya hubiese querido para sí el actual presidente del gobierno vasco en el día de autos.

Y, para que comprueben que la foto inferior reflejaba fielmente el ambiente y el estado de ánimo de los que en ella aparecen, pueden (si lo desean) visualizar la escena completa en este enlace.

Por supuesto, siempre habrá (las ha habido) voces que consideren este acto como "un hecho aislado", pero lo cierto es que don Antonio Basagoiti ya ha avisado a los buenos entendedores de que la siguiente legislatura estará llena de "hechos aislados". Tantos, que habrán dejado de ser la excepción para convertirse en la regla.

Así que, parafraseando a la madre del militante socialista asesinado, sepan ustedes que, si dentro de un par de años, algún líquido sigue circulando por sus venas, no puede ser otra cosa que horchata (líquido que presumo abundante, para qué negarlo, en el sistema circulatorio de "las buenas gentes de la derecha"). De lo contrario, les aconsejo rezar con gran fervor a San Genaro.

PS: Y, suponiendo que el actual presidente del gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca se merezca los epítetos que se vierten en el vídeo arriba mencionado, ¿qué calificativos se merecen los de las sonrisas, y sus jefes, que tanta "mano izquierda" tendrán en los años venideros?.

Por la boca...

Como todos ustedes habrán comprobado estos últimos años (y, en general, cuando en la Moncloa duerme o dormita un presidente socialista), cada vez que un etarra entra por la puerta de un juzgado y sale por la otra (suceso tan frecuente que hasta extraña que sea noticia) no faltan voces, vozarrones y vocinazos que insinúan, cuando no afirman abiertamente, que los responsables directos de tal suceso son el presidente del gobierno, el fiscal general del estado y el ministro del interior (además de Alfredo Pérez, más conocido como "Rubalcaba", caso de no ocupar ninguno de los cargos anteriormete citados).

Y se les supone responsables directos, según los medios afines al PP (y difícil es dudar que no haya sido así en algún caso), si una persona o personaje que entre en un juzgado es acusado de tener mucha o poca relación con ETA, y no sale del mismo condenado a (por lo menos) 3.514 años y un día de prisión (de los cuales cumpliría, como mucho, unos ocho o nueve), se debe (sin duda, que para eso lo dicen las voces que escuchamos mientras nos afeitamos por las mañanas) a que los mencionados malandrines de las altas esferas han intercedido en su favor, torciendo los inapelables e infalibles designios de la justicia democrática.

Arnaldo Otegi, anterior portavoz-dirigente-cara visible del llamado "brazo político de ETA" (cambia de nombre cada cierto tiempo, y es de agradecer que cada vez sea más breve; antes eran dos palabras y ahora ya anda por las dos sílabas) y Rafael Díaz Usabiaga, anterior secretario general del sindicato LAB (al cual podríamos llamar, en sintonía con ese florido lenguaje metafórico que combina la anatomía con la sociología y la política, "brazo sindical de ETA") han sido condenados por un juez de la Audiencia Nacional a diez años de cárcel como "dirigentes terroristas" y "en coincidencia con la petición fiscal".

Algunos medios de comunicación nos han recordado, con gran frecuencia, estos últimos años, que los fiscales, como miembros que son de un cuerpo jerarquizado, obedecen órdenes directas de la superioridad. Es decir, del Fiscal General del Estado. Y estos mismos medios, como ya se ha reseñado, han insinuado y/o afirmado abiertamente, que detrás de las decisiones del fiscal general del estado, está el ministro del interior. Y que, si el ministro del interior no se llama Alfredo Pérez, estaría obedeciendo órdenes o indicaciones directas de éste. Y que, el presidente del gobierno (si es socialista) estaría observando todo este proceso con gesto de aprobación complaciente.

Así que, siguiendo la lógica de los medios afines al PP (y su legión de seguidores incondicionales), esperamos ahora que, igualmente, feliciten (y con la misma pasión, efusividad y convicción con las que otras veces les han criticado) por el encarcelamiento de estos dos individuos, a don Cándido Conde-Pumpido (quien sigue siendo fiscal general del estado), al actual ministro del interior, don Antonio Camacho Vizcaíno, al presidente del gobierno (¡Ah!, el presidente del gobierno, ese tío de León..¿cómo se llamaba?...Espera que lo busque en wikipedia...) y, sobre todo, el siempre señalado como artífice, en la sombra, de todos los fallos y/o sentencias que emiten los jueces de la Audiencia Nacional: el antiguo componente de la sección de atletismo del Celta de Vigo, don Alfredo Pérez Rubalcaba.

Suponiendo, claro está, que en algún momento se hubiesen creído, realmente, algo de lo que antes sostuvieron como verdad indudable.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Vagos y privilegiados.

No sé si ya empiezan a darse cuenta, pero, cada cierto tiempo (y cada vez con mayor frecuencia, me parece) los políticos y su prensa afín descubren, por sorpresa y como quien no quiere la cosa, un grupo de "vagos privilegiados": un colectivo profesional que (presuntamente) trabaja poco, gana demasiado y, además, suele realizar una tarea que cualquiera podría realizar con los ojos cerrados y una mano rascándose el ombligo (como mínimo).

Y ése colectivo de "vagos privilegiados" (pásmense ustedes) nunca son los políticos, a quienes podríamos calificar de "colectivo" y de "profesionales" - dado que han hecho de la política su modus vivendi, trincandi et recalificandi- pero a quienes de ningún modo podríamos acusar de trabajar (a pesar de que los políticos suelen caer frecuentemente en el grave error concetual de creer que "trabajo" y "campaña electoral perpetua" son términos sinónimos).

Los últimos imputados como tal han sido los profesores de instituto de la Comunidad de Madrid. Hace no tanto (y ya se avisó en este blog que no serían los únicos) fueron los controladores aéreos de toda España y, desde hace poco, los farmacéuticos de Castilla-La Mancha, a quienes se les ha metido en la cabeza la absurda idea de que, si en Cospedalia hay dinero para aumentar el número de altos cargos y pagarles mejor, debería haber dinero también para pagar los medicamentos de la llamada "ciudadanía" (medicamentos que los boticarios de esta región llevan varios meses costeando de su propio bolsillo).

Lo cierto es que estas acusaciones de no dar un palo al agua y cobrar una millonada por no hacer nada útil suelen encontrar bastante eco (y de forma muy fácil) entre los españoles, una y otra vez. Sí, los españoles. Ya saben: los mismos españoles que nunca fallaríamos un penalti en el último minuto delante de 100.000 personas, y que meteríamos el doble de goles que Cristiano Ronardo por la centésima parte de su sueldo. Los mismos españoles que, mientras escuchamos las noticias sentados en el sofá del salón, tenemos clarísimo que podríamos hacer, sin ningún problema y a la perfección, el trabajo de cualquier otro (en cambio, hacer el nuestro medianamente bien -paradojas de la vida- nos suele costar bastante más esfuerzo, suponiendo que lo hagamos).

Pero, además, en los últimos tiempos (como ya digo) el número de colectivos profesionales acusados de "vagos privilegiados" empieza a ser tan numeroso que uno se encuentra con varios amigos, familiares o conocidos que forman parte de uno de ellos. Y se asombra uno también de sus reacciones. Porque, cuando los "vagos privilegiados" son otros, resulta que los medios de comunicación dicen la verdad, y los políticos, unos valientes que se enfrentan a una casta cerrada, infranqueable y, hasta entonces, invencible. Pero, ¡ay!, cuando los "vagos privilegiados" somos nosotros (o nuestros colegas de profesión), resulta que nos damos cuenta de que los políticos son unos sinvergüenzas que mienten sin pudor ni recato, y los medios de comunicación (incluidos ésos que seguimos con tanta fidelidad), unos estómagos agradecidos que manipulan a conveniencia del partido al que sirven.

Y lo cierto es que, controladores aéreos, no conozco ninguno. Pero farmacéuticos y profesores, unos cuantos. Y ahora que a un servidor le comentan, con enfado, las barrabasadas que los caciquillos regionales (o sus mandados) pretenden hacerles a sus compañeros de profesión, les recuerdo (con toda la diplomacia posible, que temo escasa en lo que a mi persona se refiere) si algo parecido no les habría podido ocurrir, el año pasado, a los controladores aéreos (a quienes los farmacéuticos y profesores que conozco dedicaron, con alguna excepción, epítetos y calificativos irreproducibles incluso en este blog).

Porque ya es casualidad que los medios de comunicación, cuando dicen que el vecino es un vago que vive fenomenal y gana un pastizal sacándose los mocos de la nariz, siempre digan la verdad, pero se equivoquen y mientan si a nosotros nos acusan de lo mismo. Que hasta acaba escuchando uno a farmacéuticos quejarse amargamente de cómo los media maltratan a sus colegas castellanomanchegos, para acto seguido ponerse a rajar a gusto de esos profesores de instituto de Madrid que tanta caradura tienen (y viceversa también, se lo aseguro), dando por sentado que esos mismos media sí dicen toda la verdad en el caso de los otros.

Y, claro está, les pregunta uno si, quizás, en el caso de los otros, no podría estar ocurriendo lo mismo que en el de sus colegas de profesión: que los medios estén mostrando a la gente, no ya un punto de vista, sino una serie de datos que nada tengan que ver con la realidad.

Porque hay un patrón que también se repite con matemática precisión, regularidad y constancia: cada vez que los políticos se plantean la privatización o la cesión (por la patilla) de la explotación de un servicio público a unos amigos o amigotes, se descubre, en dicho servicio público (pueden ser los aeropuertos, la educación, quizás pronto la sanidad...) un grupo de quejicas que viven a cuerpo de rey, y a quienes nuestros sufridos y esforzados políticos tienen que meter en vereda (y siempre a base de trabajar más horas por menos dinero).

Y otro síntoma que resulta preocupante es escuchar a casi todo el mundo llamar "sueldazos" a salarios que, hoy en día, no permiten un nivel de vida tan boyante como podríamos creer. Porque si un salario de 2.500 euros te parece un "sueldazo", tienes un problema. Y tu problema no es el salario de 2.500 euros del vecino. Tu problema es tu salario, que seguramente es una hez del tamaño de una ensaimada , pinchada en un palo más grande que las lanzas del cuadro de Velázquez y no te da ni para pipas (por desgracia). Y tu problema no se arregla empobreciendo al vecino, ni empeorando sus condiciones de trabajo. Tu problema se arregla mejorando las tuyas. Que no porque al vecino le bajen su sueldo o le hagan trabajar más horas va a bajar tu hipoteca, el precio de la gasolina o la cuota del seguro de tu coche.

Otra cosa es que, con el tiempo, te hayas acabado resignando y autoconvenciéndote (que es bastante más cómodo, reconozcámoslo) de que tu infrasalario es razonable, y el de los otros, un lujo y un dispendio intolerable. Que, al fin y al cabo, es lo que quieren los políticos, para los tiempos que vienen: que creamos que cualquiera que trabaje menos de doce horas al día y gane más de 700 euros al mes es un jeta que, de alguna forma, nos está robando el pan de nuestra familia.

Porque entonces, siguiendo esa lógica, tendríamos que concluir que en tiempos del oprobioso régimen anterior, los españoles, que con su sueldo de curritos podían mantener a su señora y a cuatro o cinco churumbeles y pagar su piso con cuatro letras de cambio, se habían convertido en unos niñatos consentidos, en unos "vagos privilegiados" a los que la democracia liberal estaría poniendo (no sin esfuerzo) en el sitio que merecen a base de contratos temporales hasta la jubilación y salarios inframileuristas.

Y es que la prueba de lo bien que nos han comido el coco durante todos estos años es que cualquier sueldo que pase de 2.000 euros nos parezca -en general- un lujo y un privilegio injusto, cuando con un sueldo así (con uno solo, quiero decir, ya que nos comparamos con los tiempos de la oprobiosa) una familia con tres hijos no es que no llegue a fin de mes. Es que no llega a la cuarta semana. Y si un sueldo con el que malamente puede llegar a fin de mes una familia entera (no digamos ahorrar para el futuro o para pagarle la carrera a los niños cuando crezcan) nos parece ya un lujo persa el asunto supera el calificativo de "muy grave" y se merece el de "orwelliano".

Y, mirushté, mientras en España haya un solo político que cobre un sueldo, o varios, amén de dietas exentas de impuestos, por no hacer nada..Políticos que tienen derecho a coches oficiales, escolta y pensiones vitalicias tras haber abandonado el cargo (a pesar de ser firmes partidarios del despido libre sin indemnización alguna)...O buenos gestores (también políticos en muchos casos, como Rodrigo Rato) que (a pesar de declararse grandes enemigos del intervencionismo estatal) salvan su banko con 500.000 millones de pesetas de dinero público, mientras se autoasignan sueldos de varios millones de euros, plantearse si en España hay asalariados que ganan demasiado o hacen demasiado poco, no sólo es perder el tiempo, sino que supone (y esto es lo que se pretende) desviar la vista de esos verdaderos "vagos privilegiados" (vagos a más no poder, privilegiados como nunca en la historia de España) que, para mantener su suntuoso nivel de vida, necesitan reducir el nuestro a la más absoluta de las miserias.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Cortinas de humo buenistas (VIII): Las propuestas positivas.

Tenéis que ser superpositivos.

Os lo decimos nosotros, que nos pasamos el día poniendo verdes a los socialistas.

Asimismo, en política, es importantísimo e imprescindible hacer mogollón de propuestas.

Si lo sabremos nosotros, que en los últimos treinta años hemos hecho un total de dos propuestas (y nunca de manera simultánea).

Una, echar del gobierno a los socialistas.

La otra (cuando toca), evitar que los socialistas vuelvan a gobernar.

Y, del enemigo, el primer consejo...

lunes, 29 de agosto de 2011

¡Que vienen los rojos! (IV).


Coincidiendo con el anuncio de los cambios que el PPSOE realizará en la constitución sin consultar al "pueblo soberano" (nada han dicho al respecto los que exigían un referéndum bastante más vil a Zapatero bajo el eslogan "En democracia se escucha al pueblo"), se han vuelto (y no por casualidad, creo yo) a escuchar de nuevo grititos de miedo y terror ante un artículo del secretario general del PCE, José Luis Centella, en la web de su partido.

Dicho artículo ha servido, entre otras cosas, para recordar al mundo que todavía existe el PCE y que, además, tiene un secretario general cuyo nombre ya no conoce nadie. Pero también ha servido para disparar por enésima vez, el mecanismo pavloviano de alarma de todos esos millones de españoles que se levantan cada mañana (en su "Día de la Marmota" particular) con una porción nada desdeñable del cerebro reseteado a fecha del día 18 de Julio del Año del Señor de 1936.

Hace sólo tres meses mal contados (y aquí se escribió largo y tendido sobre ello) de la penúltima versión del "¡Que vienen los rojos!", que sirvió para que el PP consiguiese, en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, resultados aún mejores que los pronosticados por las contundentes encuestas publicadas hasta la fecha. Pero, al parecer, la mala memoria no es exclusiva, ni mucho menos, de los votantes del PPSOE, en los que tal cualidad no es sólo aparente carencia, sino mecanismo de supervivencia para poder continuar con su simplista visión del mundo, en la que la funesta manía de pensar ha sido reemplazada con la sanamente democrática impresión de que los suyos lo hacen todo bien, y los otros todo mal (aunque lo que hagan los suyos y los otros sea exactamente lo mismo, que lo que le importa al fanático -a diferencia del cotilla-, no es el pecado, sino el pecador).

Y no deja de llamar la atención lo exitoso de la táctica y lo fielmente que reaccionan muchos a ella. Porque tampoco hace falta tener mucha memoria, ni acumular un gran número de datos en el cerebro, para pararse cinco segundos y, con un mínimo ejercicio de reflexión, darse cuenta de que no estamos a 18 de Julio de 1936, y que, ahora (y desde hace 35 años), si consideramos la deuda y el déficit públicos (encaminados, en su mayor parte, al mantenimiento del lujoso tren de vida de los políticos que nos endeudan) como un robo a los españoles, y consideramos el aborto como un asesinato, si en España se roba y se mata en cantidades industriales y nunca vistas con anterioridad no es gracias a los comunistas y a sus cuatro gritones desocupados, sino más bien a esos señores (y señoras) de apariencia tan formalita y hasta santurrona que cuentan con el apoyo electoral incondicional de gente tan buena y respetable como nuestros familiares, amigos y conocidos.

Así que pueden seguir ustedes asustándose todo lo que quieran con el lobo rojo que nunca vendrá, y que no es más que la táctica a la que recurre el régimen para infundir el miedo necesario con el fin de que la gente se deje chulear por los pastores. Porque, además, lo único que han hecho los comunistas en España durante estas últimas tres décadas es gritar en la calle a viva voz, y con pocos años de antelación, el programa con el que luego gobierna la derecha (y, en ocasiones, hasta los socialistas).

De hecho, hoy en día, el único peligro que tienen los comunistas en España es su conocida afición a servir de sostén, en municipios y autonomías (y a tanto el escaño), a los que endeudan a las generaciones actuales y venideras y se aseguran que, en España, puedan ser abortados unos cuantos cientos de miles de inocentes cada año. Porque, ¡qué miedo nos dan los comunistas, y qué malos son!, pero, al mismo tiempo, ¡qué bien nos vienen luego para que gobiernen los nuestros!...

Pero este aviso chulesco realizado por el secretario general del PCE, de cuyo nombre no puedo acordarme, no es más que otro episodio de la criminalización preventiva que (la semana previa a las elecciones municipales fue un excelente ejemplo) que el régimen viene realizando de todo aquél que, en la siguiente legislatura, salga a la calle a protestar cargado de razón (que razones para protestar y quejarse habrá de sobra).

Donde haya un grupo de personas con una justa queja o demanda, aparecerán los agitadores profesionales que aún enarbolan las siglas "15M" o los muchachos de IU, con el fin de salir en las fotos e imágenes que, oportunamente, difundirán los medios de comunicación afines al PP para demostrar, a sus fieles, que España vuelve a ir bien (porque ellos lo dicen), y que sólo protestan unos cuantos rojeras con ganas de jaleo. Que los españoles de bien estarán encantados de que se desmantelen la sanidad o la educación públicas o el sistema de pensiones, para mantener los privilegios de los políticos a los que votan (que en eso, y nada más, consiste la "reforma constitucional" que se aprobará a principios de Septiembre), y los licenciados superiores con catorce másters y cuatro idiomas estarán felices de trabajar por el salario mínimo hasta (por lo menos) cumplir 30 años.

Y el que diga lo contrario, es un vago comunista que no quiere arrimar el hombro para levantar el país (bueno, al menos antes se decía "el país"; ahora se dice "levantar la economía"), o, aún peor, un quintacolumnista de Rubalcaba.

Así que, sea usted bueno y quédese en casita, bien calladito (por mucha razón que tenga), durante los próximos ocho años. Se lo dice la derecha que se ha tirado ocho años animando a la gente a salir a la calle por unas cosas y otras.

PS: Nada dicen tampoco, de los cambios que hará el PPSOE en la constitución, sin referendum alguno de por medio, todas esas buenas gentes de la derecha que tan claro tienen siempre que "No hay que imponer, sino proponer".

PPS: Por aquello de no dar más publicidad de la debida y necesaria, citaré (sin enlazar), como demostración de dónde quedan todos estos avisos sobre la enésima e inminente "revolución comunista en España" un artículo, publicado en Junio, de un conocido bloguero liberal en el que se advertía de un supuesto plan de ocupación de Madrid por parte de las huestes de la izquierda desgreñada y desaliñada el pasado 18 de Julio del presente año. Y lo que te rondaré, morena...

miércoles, 24 de agosto de 2011

¡Sorpresa, sorpresa!

Constitución Española de 1978, artículo 167, punto 3:

"Aprobada la reforma [constitucional] por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando así lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros de cualquiera de las cámaras".

¡Anda! ¡Si resulta que el PPSOE puede cambiar, cuando y como quiera, la constitución a su antojo, sin preguntar ni consultar al pueblo soberano!.

Menos mal que vivimos en una democracia, y como somos ciudadanos libres, formados e informados, que disfrutan de las bondades y beneficios de la libertad de prensa y de expresión, sólo hemos tardado 33 años en darnos cuenta de qué iba esto, que, si no...

Pero no se preocupen, que son ustedes completa y absolutamente libres para decidir si quieren de presidente a Marifredo Rubaljoy y de vicepresidente a Alfriano Rajalcaba, o viceversa. Que si, hace cinco siglos, hubo españoles que vivieron la versión gloriosa e histórica del "tanto monta", ahora, por propia voluntad, vivimos inmersos en la versión cutre y garbancera.

Y también son libres para decidir si prefieren comerse, para desayunar, una lata de Whiskas o de Dog Chow, que por ahí van a ir también los tiros durante la próxima década...

PS: Sí. El Villarreal se ha clasificado para la Champions. Perdonen que me distraiga con menudencias y deje para el final las cosas importantes.

PPS: ¿Qué tendrán los documentos redactados por los liberales, que, para su fervorosa defensa, se hace imprescindible el más absoluto desconocimiento sobre su contenido?.

miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Te das cuen...?


¿...de cómo, los que señalan al llamado "intervencionismo estatal" como fuente de todos los males habidos y por haber, critican a Zapatero por "no haber hecho nada contra la crisis", mientras piden "un nuevo gobierno (el de "los suyos", claro) que saque a España de este agujero"...?

domingo, 14 de agosto de 2011

Summa Concethologica (VI): El MBA de la JMJ.


En facebook he podido leer, estas dos últimas semanas, un gran número de mensajes en los que se hace hincapié, por un lado, en el coste de la visita de Su Santidad, el Papa Benedicto XVI, a Madrid; y, por otro, en los supuestos beneficios económicos que podría reportar el gasto que realizarán, durante su estancia, los asistentes al evento (no sólo en Madrid, sino en otras ciudades en cuyas diócesis han sido acogidos).

No sé dónde ni cómo ha aparecido ese máster intensivo de contabilidad que, en tan pequeño lapso de tiempo, ha permitido a tanta gente adquirir los conocimientos necesarios para calcular el montante total del coste de la visita de Su Santidad a Madrid. Lo cierto es que, a todo el que hace los cálculos, le salen números redondos (creo recordar cifras como 50 y 100 millones de euros). A nadie le han salido 142, 87, ni 63 millones de euros. Toda una suerte, dado que así los cálculos son mucho más sencillos.

Pero eso no es todo: ese mismo master de contabilidad permite, no sólo adquirir los conocimientos necesarios para hacer cálculos tan complejos (y de resultado tan redondo, afortunado y sencillo de recordar), sino que también permite predecir el futuro.
En efecto, ya se sabe la cuantía de los beneficios económicos que dejará la visita del Sumo Pontífice a la villa del oso y el madroño (y aquí sí que he podido ver una gran unanimidad): 100 millones de euros. Ni 99, ni 101. 100 (Deo Gratias una vez más, que de cálculo mental anda uno oxidadillo últimamente).

A mí, por un lado, si los gastos de la visita del Papa han corrido, en su totalidad, de parte de instituciones y/o empresas privadas, me parece muy bien. Como decía mi bisabuela, que en paz descanse (y perdonen ustedes la escatología): "El dinero y los c***nes, están para las ocasiones".

Pero, por eso mismo, si tan magno evento le hubiese costado un buen dinerillo a las arcas públicas, no me parecería muy bien, sino que me parecería perfecto. Que ésta, y no otra, es la función del estado: velar por el Bien Común. Y es que, al igual que a los soldados se le supone el valor, también a una visita del vicario de Cristo en la Tierra se le supone una importantísima contribución a dicho Bien. Así que no acabo de entender que se resalte, a modo de justificación (lo entendería como reproche o crítica), que a las arcas públicas no les va a costar ni un céntimo la estancia de Benedicto XVI en Madrid, ni los eventos que la acompañan.

E, igualmente, no sé de dónde ha salido la redonda y rimbombante predicción de los 100 millones de euros de beneficios (se supone, por tanto, que los ingresos serán muy superiores) que dejarán los visitantes en Madrid y otras ciudades de España. Me da que ha podido originarse en el mismo "master online" de donde salen los pronósticos que, periódica e invariablemente, predicen 1´5 millones de asistentes y 700 "autobuses venidos desde distintos puntos de toda España" para todas las manifestaciones convocadas por las organizaciones satélites del gran partido de la derecha en España. Pero el caso es que me gustaría saber dónde adquirieron semejante bola de cristal, ya que me vendría muy bien para hacer las cuentas del mes que viene sin tener que recurrir a una dieta forzosa de arroz blanco y pasta hervida a partir del día 25.

Y es que hay reflexiones (y no digo que sean malintencionadas, pero sí que afirmo que siguen la corriente del espíritu de los tiempos) que, planteadas como defensa, más bien parecen un insulto. No me imagino a nadie cayendo en el absurdo de calcular los millones de sextercios de beneficio económico que pudo haber traído a Salamina, Efeso o Tesalónica la visita de San Pablo (cuyos viajes también corrieron a cargo de iniciativas privadas; si no la suya propia, la de amigos, benefactores o fieles). O intentando evitar la decapitación del Apóstol de los Gentiles apelando a los gastos que originaría la mano de obra de la ejecución de la pena (confieso que no sé si los verdugos que se dedicaban a tales menesteres trabajaban a sueldo o a destajo) o la limpieza de la sangre sobre los adoquines o el mármol.

Son argumentos absurdos, que acaban siendo aprovechados por los enemigos de la Fe. Al fin y al cabo, la principal línea propagandística de éstos al atacar a la Iglesia es - ¡precisamente!- presentarla como un negocio que arroja pingües beneficios económicos. Pero no se originan en el vacío, sino en el caldo de cultivo de una época en la que (como dijo uno que ustedes ya conocen) "la economía lo es todo", y en la que el poderoso caballero al que apelan (tanto unos como otros) para justificar o criticar una persona, un acto o una institución (incluso una que es Santa, Católica y Apostólica) no es otro que el de la conocida letrilla satírica del gran Francisco de Quevedo.


¡Bienvenido, Mister Ratzinger!.

"Pues sí, señor periodista. Yo se lo digo y se lo repito todos los días a los chavales a los que le doy catequesis: La visita a España de Beneficio XVI reportará benedictos económicos valorados en tropecientos frillones de lerios. ¡Ay, no, que me he hecho un lío!. ¡Oye, dejad las guitarritas y las melodías de los Beatles un minuto, que me están entrevistando, jopé!..."

PS: "Entre broma y broma, la verdad asoma" (una amiga, en Granada).

PPS: "Ya: lo dices en broma, pero lo dices en serio" (un amigo, en Pamplona).

jueves, 4 de agosto de 2011

Revolution Street (XVI): El montaje del director.

Nuevamente, nuestros reporteros se aventuran en las dos aceras de enfrente para demostrarnos las enormes diferencias entre los habitantes de una y otra.

En la acera derecha:

- Estimado transeúnte, ¿podría preguntarle su opinión sobre el llamado "Caso Faisán"?.
- ¿El "Caso Faisán"? ¡Una vergüenza! ¡Deberían ir todos a la cárcel, especialmente los jefes! ¡Menos mal que hay prensa independiente y valiente que publica estas cosas!.
- ¿Y qué opina usted del llamado "caso Gürtel"?.
- ¿Eso? ¡Bah...! ¡Eso es un montaje de Rubalcaba para hacerle daño al PP!. Si lo único que pretenden con eso es que no se hable del "Caso Faisán", que se lo digo yo...

En la acera izquierda:

- Estimado peatón, ¿podría preguntarle su opinión sobre el llamado "Caso Gürtel"?.
- ¿El "Caso Gürtel"? ¡Una vergüenza! ¡Deberían ir todos a la cárcel, especialmente los jefes! ¡Menos mal que hay prensa independiente y valiente que publica estas cosas!.
- ¿Y qué opina usted del llamado "Caso Faisán"?.
- ¿Eso? ¡Bah...! ¡Eso es un montaje del PP para hacerle daño a Rubalcaba!. Si lo único que pretenden con eso es que no se hable del "Caso Gürtel", que se lo digo yo...

Atado y bien atado.

Una de los reproches que los liberales (ésos que siempre hablan de "no imponer, sino proponer") hacen a todo el que no comparte su optimismo ciego cuando ellos consideran obligatorio el practicarlo, es la de "catastrofista".

La mente de un liberal funciona de tal guisa que, si el querido líder (sea un periodista o un político, o los dos) le mete en la cabeza que, tirándose de un quinto piso, llegará al suelo, no ya sano y salvo, sino además de pie, y saludando al tendido, rechazará como "catastrofistas" todas las advertencias sobre el más que previsible desenlace. Cuando el liberal llega al suelo, y comprueba que, bajo los adoquines, no hay ninguna playa, y, además, se rompe todos los huesos del cuerpo (al fin y al cabo, cómo iba a saberlo si durante cuatro pisos de caída no le pasó nada), seguirá erre que erre, y acusará al rival político (derecha o izquierda, según los gustos de cada uno) de haber manipulado momentáneamente las leyes de la física para perjudicarle a mala leche (al fin y al cabo, el liberal nos recalcará siempre que, dado que él se tiró desde la azotea con la loabilísima intención de salir ileso del lance, la culpa de lo que le ha ocurrido, por fuerza, debe ser de otro).

Sin embargo, y paradójicamente, los mismos liberales que tildan de "catastrofistas" (o "profetas de desgracias", que se me olvidaba) a los que no comparten su visión del mundo cuando se colocan las lentes de color de rosa (ejemplo: los fachas y carcas que, hace ya más de tres décadas, advertían de que ese invento llamado "estado de las autonomías" no era más que un inmenso latrocinio institucionalizado) tienen luego la costumbre de, sin ninguna prueba o razonamiento que lo sustente (salvo su voluntarismo) de pronosticar el fin del mundo con una frecuencia cada vez mayor.

Y esto, queridos (o no) lectores de esta bitácora, se hace sencillamente con el propósito (aunque a veces no todos los pregoneros sean conscientes de ello) de inducir en el oyente el miedo que lo convierta en marioneta de los telepredicadores del laicismo (ya sea la versión "agresiva" o la "positiva" del mismo, que tanto da). Que no deja también de tener su aquél que los mismos que tanto abusan de palabras como "nuevo" o "revolucionario" (y no son los rojos los que más las usan, créanme), no tengan otro arma que uno de los trucos más viejos del mundo:

"El mundo se acaba, pero aún estamos a tiempo de evitarlo, siempre y cuando hagas todo lo que yo te diga".

Y "lo que yo te diga" pueden ser muchas cosas, pero en ningún caso, algo beneficioso para el receptor del mensaje apocalíptico de los que, cinco minutos antes, recalcaban la importancia de (por ejemplo) "ser positivos" (es increíble lo "positivos" que pueden llegar a ser los tertulianos de los medios peperos cuando hablan de Zapatero o de Rubalcaba, ¿verdad?).

Ejemplo palmario es el de la campaña de eso que primero se llamó "calentamiento global" y luego se rebautizó como "cambio climático" (como si el clima en Julio y Diciembre hubiese sido el mismo hasta hace diez años). El mundo entero (porque sí) iba a hundirse bajo las aguas del océano en menos tiempo del que Jordi Sevilla le explicaba las cosas de la economía al actual presidente del gobierno, pero de tan peliaguda cuestión dejó de hablarse una vez los gobiernos de las llamadas "democracias occidentales" lo aprovecharon como excusa para subir las tarifas de la luz, el gas y los impuestos a los combustibles derivados del petróleo. Y es que, para un político liberal, no hay apocalipsis que no pueda evitarse a tiempo con el dinero del contribuyente.

Otro ejemplo lo hemos visto hace unos días, en los Estados Unidos. Allí, como suele suceder en estos casos, ambos bandos estaban de acuerdo en lo esencial: había que arruinar a los estadounidenses. Como siempre, la discusión, el escándalo y el follón (con "findelmundo" incorporado, como debe ser) versaba sobre lo accesorio: sobre si la ruina del país debía ser llevada a cabo de forma rápida (como quieren los del elefante), o a velocidad de vértigo (como pretenden los del burro). Al final, y como es ya tradición (otra paradoja del liberalismo), 2+2 no fueron ni 5, ni 7, sino 6. Y todos los pregoneros anunciando la buena nueva a los expoliados, que los ladrones ya han consensuado cuánto les van a robar, y albricias y felicitaciones, que el bendito consenso de los mafiosos ha evitado que acabásemos saltando por los aires como el planeta Krypton.

Pero, en este momento, el findelmundo que más de cerca nos ha pillado a los españoles es el baile (dos pasitos palante, un pasito patrás, y repítase las veces que sean necesarias hasta llegar al destino deseado) que se está escenificando en los medios de comunicación y que tiene, como protagonista, el cada vez más elevado interés al que al gobiernodespaña le prestan dinero para sufragar los gastos (muchos de ellos superfluos e innecesarios) de la administración de la res publica.

Esta última semana, al lado de la letra gorda destinada a aconejar al personal, se deslizaba, como quien no quería la cosa, la verdadera noticia (una posibilidad, por supuesto, descartada por el momento): el llamado "rescatedespaña", que incluirá (entre otras cosas), bajadas de salarios (empezando por los empleados públicos), recorte de pensiones y de prestaciones sociales, venta (a precio de saldo, como le sucede a cualquier moroso) de una parte nada desdeñable del patrimonio público (sobre todo, de lo que todavía sea rentable para el Estado) y subidas de impuestos (especialmente de los indirectos).

Y, como ya hemos visto, para presentar semejante canallada como un salvavidas, primero es necesario que nos tiren al mar con los bolsillos cargados de piedras (algo que ya ocurrió hace más de tres décadas) y que, ahora, los pregoneros nos recuerden que la muerte por ahogamiento y/o hipotermia es ya, inminente. Así, en lugar de cabrearnos con los que nos tiraron por la borda, sonreiremos aliviados cuando nos echen una cuerda con la que sacarnos del agua (eso sí, con la obligación de trabajar toda la vida - los intereses de la deuda pública se pagan recaudando más impuestos- para agradecer semejante favor).

Y es que así funciona la maquinaria de una democracia liberal: cuando te dicen que todo está "atado y bien atado", lo que hay es río revuelto para ganancia de pescadores (y el que lo niegue, es un "catastrofista"). Y, cuando te asustan (cada tres meses, más o menos) con la incertidumbre de un futuro apocalíptico, lo que hay es ya un plan perfectamente trazado y delineado (el "rescate" no está "encima de la mesa" porque ya lo ha estado hace tiempo) que necesita del miedo para que las masas puedan llegar al estado mental necesario e imprescindible para tolerar el ser gobernado por un régimen liberal, y que no es otro que uno de sobra conocido por todos:

J**idos, pero contentos.

PS: Porque, además, una vez consumado el plan, tocará -que para eso ya habremos ganado las elecciones- ser optimistas, positivos, mirar hacia el futuro con esperanza (no va con doble sentido) y cosas así.

miércoles, 20 de julio de 2011

Hace más de 200 años...

...concretamente, un 19 de Julio de 1808, tuvo lugar, en las cercanías de Bailén (Jaén), la primera derrota, en batalla campal, de los ejércitos de Napoleón Bonaparte.

Como pueden imaginar los lectores por la fecha del año en la que tuvo lugar el evento, no sólo la valentía y el arrojo de los soldados y milicianos españoles, comandados por el general Castaños, jugó un importante papel en el desenlace final de los acontecimientos.

En efecto, varios años antes de que el conocidísimo "General Invierno" diezmase, a velocidad de espanto, los ejércitos franceses que habían invadido Rusia, la caló (que, aunque no llegase a general y se quedase en sargento chusquero, sólo necesitó un par de días para realizar su efectiva labor) contribuyó (y no poco) a que las tropas del pequeño general (ahora también emperador) corso perdiesen su aureola de invencibilidad e infalibilidad en el campo de batalla.

Y es que la sed y el cansancio que facilitaron la rendición de los soldados dirigidos por el general Dupont no hicieron tanta mella entre los españoles gracias, sobre todo, a los paisanos que, arriesgando su vida, se dedicaron a llevar y traer cántaros de agua al frente.

La valentía de todos ellos ha quedado, para la posteridad, personificada en la figura de María Juana Inés Bellido Vallejo, que lo acabó contando de milagro, tras haber recibido un tiro el cántaro que llevaba. El cántaro roto figura, hoy en día, en el escudo de Bailén, en recuerdo de unos españoles que uno imagina bastante distintos (en general) de los de ahora, puesto que, en lugar de quedarse en sus casas afirmando que se solidarizaban rotundamente con los que combatían, bajo un sol de justicia, en la campiña jiennense, salieron en su ayuda sin saber si el cántaro que llevaban al hombro volvería a la fuente suficientes veces como para romperse allí.

Ningún miembro de la familia real, ni del gobiernodespaña acudió, el 19 de Julio del 2008, a los actos de conmemoración del segundo centenario de la batalla. "Problemas de agenda", fue el escueto mensaje utilizado para dejar plantados a los habitantes de esta localidad jiennense que (lógicamente, y además) celebra sus fiestas en esas fechas.

Y es que, efectivamente, es enormemente difícil regatear en Palma de Mallorca (para fortunas y bribones nunca hay problema de agenda alguno) y, a la vez, honrar (al menos, en el sentido institucional de la palabra) con tu presencia la celebración de un acontecimiento que, como se pudo comprobar después, acabó cambiando el presumible devenir de la historia de España (como consecuencia de las Capitulaciones firmadas en Andújar el 22 de Julio, el rey José abandonó Madrid el 1 de Agosto y las tropas francesas se replegaron al norte del Ebro). Su importancia sigue hoy reflejada por el hecho de que el gran número de ciudades españolas que cuentan, al menos, con una calle con el nombre de esta pequeña localidad .

Así que los bailenenses se encontraron, aquel día, como se han encontrado los españoles en tantas otras fechas decisivas de la historia de nuestra patria: abandonados por los que les gobiernan, que tenían lugares más cómodos en donde refugiarse y manos más importantes que estrechar.
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