miércoles, 25 de mayo de 2011

Blood Money (II).

Los de la ceja derecha pasan factura por los servicios prestados durante estos dos últimos años. Y nos recuerdan a todos que, cuando hablaban de "apoyar la vida" o de "política familiar" se referían a lo de siempre: a financiar sus asociaciones con dinero público.

PS: La diferencia entre los sindicatos de clase del PSOE y del PP es muy sencilla de entender. Los primeros, se van de mariscada. Los segundos, se van de "mariscada por la vida". Los primeros son unos vividores y unos corruptos (y la simple sospecha ya nos sirve como dogma de fe) y hay que mirarlos con lupa. Los segundos, independientemente de las evidencias (mejor dicho: especialmente cuando las evidencias salen a la luz), son gente estupenda y lo que hay que hacer es apoyarlos incondicionalmente y (si es necesario, que suele serlo) mirar para otro lado.

domingo, 22 de mayo de 2011

Summa Concethologica (VI): Vade retro, perroflauta.

Siguen ahí.

Están por todas partes.

Algunos son fácilmente identificables. Pero otros (la gran mayoría) tienen el aspecto de una persona completamente normal.

De hecho, podría ser su vecino, su marido, su prima o la cuñada que le miró raro durante la comida familiar mientras usted proclamaba (por quinta vez, durante los últimos cinco años) que hoy era un día histórico y que, con su voto, tenía la oportunidad de echar a Zapatero. O el puñetero sobrino quinceañero que le recordó que, si iba a votar por esa razón, estaba perdiendo el tiempo porque Zapatero ya dijo que se marcha él solito el año que viene (los automatismos, que le traicionan a uno en el peor momento, ya se sabe).

Y todo, por la dejadez del Ministro del Interior (otro agente de Rubalcaba, según fuentes solventes), que no cumplió su deber de espantarlos a gorrazos mientras se juntaban y se envalentonaban.

Podrían contagiarle. El virus podría paralizar su mano y, ante la imposibilidad de taparse la nariz, impedirle la heroicidad de votar a mismos de siempre de toda la vida.

Pero no se preocupen.

Las antiguas y ancestrales crónicas de la Iglesia de Laodicea tienen, entre sus enseñanzas, tesoros escondidos, como este exorcismo (¿cómo, si no, creen que fue posible el sagastacanovismo, entre otras cosas?). Si, por desgracia, se cruzan con uno por la calle, o su compañero de trabajo les confiesa haber estado en las concentraciones o sentir una mínima simpatía por cualquier cosa que allí se hacía o decía, recurran a él.

No falla. Mi abuela, sintiéndose tentada de votar a la Falange, recurrió a él para votar a la CEDA (y pasó lo que pasó). Lo heredó mi padre, quien, influido por las comprensibles debilidades humanas que todos tenemos, iba a las Plazas de Toros a aplaudir a Blas Piñar, pero, luego, con una encomiable fuerza de voluntad, acababa votando a la UCD tras pedirle a mi madre que le realizase el ritual cada vez que volvía de un mítin de Fuerza Nueva.

La fórmula (adaptada a nuestro tiempo, para una mayor efectividad) es la siguiente:

"Apártate de mí, Rastanás. Por el poder de la laicidad positiva que me ha conferido la iglesia gaviótica, te lo ordeno en el nombre del pádel, del golf y del jinete de Ralph Lauren. Osea".

Para una mayor efectividad, rocíen al perroflauta (aunque parezca una persona normal, podría serlo en potencia) con agua mineral de la marca Evian (la Perrier ya no funciona, por evidentes similitudes entre el nombre de la marca y el de la raza infernal de seres que ha invadido las plazas de nuestras ciudades).

También es altamente efectivo impregnar de gomina el pelo del poseído. El efecto es casi instantáneo, pero la técnica es arriesgadísima, debido a la necesidad de acercarse a él a una distancia muy inferior a la mínimamente recomendable.

Aunque esto ya es tradición oral, (puesto que no está recogido por escrito en ninguna parte) hay quien afirma que el arma definitiva es un bolso de Chanel con un logo bien grande y brillante. Según reza la leyenda, la sola visión de un logo dorado de esta marca provoca que el perroflauta (en acto o en potencia) se desintegre instantáneamente por autocombustión. Pero, dado que no puedo asegurarles que esto sea cierto, les recomiendo hacer uso del bolso con prudencia, y sólo tras haber memorizado la fórmula del exorcismo (por si acaso).

¡Ah! Y no olviden llevar gafas de sol marca RayBan. Son las únicas que protegen de la influencia hipnótica de la mirada cannábica del espectro (no querrá usted que, por quedarse paralizado mientras le mira fijamente, piensen sus vecinos que es usted uno de ellos, ¿verdad?).

Ahora ya pueden salir a la calle para cumplir con la fiesta de la democracia.

Buenas noches, y buena suerte.

Reflexión de la jornada.

Hace pocos años (aunque parezca un siglo, fue no hace tanto), el PP inició una campaña de recogida de firmas contra el nuevo estatuto de autonomía de Cataluña ("el estatut", a secas). España se rompía en nosecuántos pedazos y el mundo se venía abajo por enésima vez (cuando hay un socialista en la Moncloa, la derecha considera que el mundo suele estar a punto de hundirse con cierta frecuencia, no sé si lo han notado).

Hoy el PP se ha convertido en uno más de los defensores del "estatut". Si no el mayor, sí el más entusiasta (quizás para recuperar el terreno perdido mientras se dedicaba a propagar el pánico apocalíptico, tanto entre sus votantes como entre los que, en el fondo, se consideran sus parientes cercanos). El "estatut", ese perverso invento que convirtió a Zapatero (si es que no lo era ya) en el gran Satán, aliado con Belcebú Carod-Rovira y Azrael Como-quiera-que-se-llame-el-de-iu-de-cataluña-que-ahora-ni-me-acuerdo, es ahora "de todos", como nos recuerda Alicia de Mairena.

En el año 93, siendo presidente del gobierno Felipe González, IU propuso, en la Comisión de Sanidad del Congreso, la legalización de las píldoras abortivas (mucho más eficaces, a la hora de matar, que el aborto quirúrgico). La portavoz del PP en dicha comisión, Luisa Fernanda Rudi, respondió que nones (en realidad, su respuesta fue del tipo "no es el momento"). Los votantes del PP, como suelen hacer, pusieron el grito en el cielo ante semejante dislate. En el año 2000, ya era "el momento" y Luisa Fernanda Rudi votó, en el Congreso de los Diputados y junto a sus compañeros del PP, a favor de la legalización de las píldoras abortivas. El PP ganó las siguientes elecciones por mayoría absoluta, como recordarán.

Hace no tanto tiempo (finales de los 70, principios de los 80), sólo se les ocurría hablar de la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo a los macarras desaliñados de la ultraizquierda extraparlamentaria. Al final, fue un gobierno del PP el que confirió estatus legal a las uniones entre personas del mismo sexo estableciendo un registro legal de "parejas de hecho".

Cito sólo tres ejemplos. Seguro que ustedes recuerdan bastantes más.

Así que, como España ha estado a punto de hundirse y romperse, de nuevo, esta semana, quiero hacer el siguiente aviso a los que han estado soltando grititos de miedo y tirándose peditos de monja, mientras los rojos se hacían con el protagonismo de las concentraciones (gracias, principalmente, a los medios peperos, que eran los que los sacaban y les daban publicidad a todas horas).

Si les preocupan sobremanera algunas de las pancartas vistas en Sol; si les asustan las propuestas del manifiesto aprobado por los activistas de izquierda después de varios días de acampadas (que nada tiene que ver con el manifiesto con el que se convocaron); si, en definitiva, siguen despertándose en su particular "Día de la Marmota" (18 de Julio de 1936, en este caso), recuerden sólo una cosa:

Las propuestas de la ultraizquierda de hoy serán, mañana, el programa con el que nos gobierne el PP.

Claro que, para entonces, las infames propuestas de la ultraizquierda serán "de todos". Y bastantes de los que tampoco votan al PP, ya no lo llamarán "comunismo" ni "revolución bolivariana", sino que lo llamarán (ele, mi niño) "tibieza" o "complejos de la derecha".

Evangelio apócrifo de Perrolucas, Cap. 18, versículo 11:

"Dos hombres fueron a la plaza a ver la acampada. Uno era de derechas de toda la vida. Se plantó y se puso a orar para sus adentros: Dios mío, te doy gracias por no ser como ellos: cutre, porrero y, sobre todo, de izquierdas. Y gracias por no ser tampoco como este facha que me acompaña".



sábado, 21 de mayo de 2011

Jornada de reflexión.

De paseo por el centro de la ciudad.

En menos de diez minutos, me cruzo con tres políticos del PP. Uno de ellos es el cabeza de lista en las elecciones municipales. Los tres llevan una fabulosa sonrisa de oreja a oreja. Les brillan los ojos. Entiendo que esto del terror a las hordas rojas es una sensación muy personal, que cada uno lo lleva como puede, y que, a lo mejor, la procesión va por dentro; pero, si están preocupados, lo disimulan fenomenalmente bien, desde luego.

Pocos minutos después, veo pasar a un político socialista. No sé si seguirá siendo concejal. En su momento, creo recordar, fue concejal de Urbanismo. Habla por el móvil ,con voz tensa y preocupada, de lo que él llama "la chusma de Sol".

Sí, allí seguían, sí...por cierto, ¿viste el bodrio de Cuenca? [doy por sentado que habla del programa "El Gato al Agua", de Intereconomía, emitido ayer desde la Iglesia de San Miguel, en el casco antiguo de esta ciudad]...lo pusieron, sí...no se fueron cuando dieron las doce...

Luego escucho unas cuantas frases confusas sobre si, a lo mejor, pudo haber sido delito algo de lo dicho por alguno de los periodistas que intervenían en el susodicho programa.

Cruzo el paso de cebra y llego a una plaza donde hay una iglesia. Allí se han apalancado quince o veinte con una pancarta de Democracia Real Ya. No hay perros. Flautas, sí. Y guitarras y bongos. Castigan, con su mejor voluntad, el tímpano de los transeúntes con una melodía desigual. Se me pasa por la cabeza una idea: si esto lo estuvieran haciendo en medio de una misa, ya no serían unos vagos sin nada que hacer, sino vrotes berdes de la primavera de la Iglesia (los angustiosos recuerdos de la música de aquella Misa del Gallo aún me persiguen cuando me quedo solo en casa demasiado rato).

Se acerca una chica muy guapa con pantalones bombachos amplios, tres o cuatro rastas de ésas y un arete en cada una de las aletas de la nariz. Su mirada es soñolienta. Esta sí lleva perro. El perro tiene el gesto de resignación del que come poco y mira mucho. Quizás -pienso- es de los que tiene largas charlas con sus congéneres sobre cómo evitar que tu dueño te pase las pulgas. La chica se acerca al grupo y les pregunta si tienen un cigarro. Le dan uno y se marcha tras dar las gracias.

Laiccionario (VIII).


Esclavitud
: Trabajar 80 horas a la semana, para el estado, por un salario de miseria. Es lo que le pasa a las pobres masas analfabetas e incultas, vestidas con un mono verde y adoctrinadas por la izquierda.

Hacerse un currículum: Trabajar, 80 horas a la semana, para una empresa privada, por un salario de miseria. Es lo que hacen las personas libres, inteligentes y bien informadas, vestidas de traje y corbata (adquiridos ambos por cuatro perras, no en el libre mercado, sino en el libre mercadillo).

¡Que vienen los rojos! (II): El (enésimo) 13-M del PP.

Textos de SMS enviados al programa de Intereconomía "El Gato al Agua" (Arregle usted España cómodamente desde el sillón de su casa por 1´42 euros, IVA incluido):

"Yo votaba en blanco, pero el domingo votaré PP".

"No pensaba votar, pero vistas las barbaridades de la izquierda, votaré al PP".

"Me convence el PP más que nunca. España, no nos falles. Vota PP".

"Visto esto cambio mi voto. Votaré al PP".

"No iba a votar, pero ahora votaré al PP".

"Todos con el PP para acabar con el circo de la Puerta del Sol".

"Todos a votar el domingo. La abstención beneficiará a la izquierda y a los separatistas".

"Gracias a los manifestantes, votaré al PP".

¿Qué torpe es este Rubalcaba, no?...Diríase que está ocurriendo lo contrario de lo que se supone que pretendía...Para ser un semidios cuasiomnipotente y cuasiomnisciente, con ojos, oídos y tentáculos por todas partes, lo hace fatal.

¿Los perjudicados de la enésima operación in extremis de fidelización del voto no-de-izquierdas al PP? Como recordaba Luis del Pino anteayer, el PSOE no será uno de ellos. Serán los partidos que aspiraban a arrancarle unos cuantos miles de votos al PP para conseguir ocho o diez concejales. Con un canto en los dientes se deberían dar algunos si, mañana por la noche, todavía conservan uno o dos.

PS: ¿Que cómo sabemos que es Rubalcaba el que maneja todo esto? Pues muy sencillo: porque lo que sabemos, seguro, es que no es el PP. Hala.

PPS: La imagen, para recordarles que todo esto es más de lo mismo de siempre. El problema es que, como le pasó al pastor del cuento, el día que de verdad vengan los rojos, nadie se lo va a creer.

viernes, 20 de mayo de 2011

Revolution Street (XV): Los podencos.

Si algo caracteriza a las buenas gentes de la derecha, en España, es su capacidad de acusar a los rojos de pretender o intentar hacer una cosa, para luego hacerla ellos mismos corregida y aumentada (mientras, de paso, dan lecciones de moral y de costumbres a todo bicho viviente).

Así, un periodista PerroPhlauta de toda la vida, Enrique de Diego (colaborador habitual de Intereconomía, entre otros), ha convocado una concentración en la Plaza de la Cibeles, en Madrid, esta tarde a las 17:00 horas. Seguro que de la independencia y la honestidad de intenciones de esta convocatoria no dudarán muchos. Tampoco nadie preguntará porqué la hace delante de la actual sede del Ayuntamiento de Madrid (De Diego es cabeza de lista de un partido que se presenta, en estas elecciones, al Ayuntamiento de Madrid, pero no a la Comunidad).

Pero hay más: siguiendo al pie de la letra las sugerencias de doña Esperanza Aguirre, se ha convocado (según he leído por Facebook) otra concentración en Ferraz (imagino que delante de la sede del PSOE), hoy a las 19:00 horas.

Así que, ya lo ven: los de Sol son todos unos sectarios de ultraizquierda (más que nada, porque los medios que ven algunos sólo les muestran a los cuatro sectarios de ultraizquierda que se apuntan a cualquier bombardeo), y, aunque no se la ve, la larga mano de Rubalcaba les maneja (pero no hay que generalizar). Y, sin embargo, otros, para presumir de su independencia y buen criterio (y demostrarles a todo el que vaya a Sol en qué consiste eso de "no dejarse manipular"), acudirán a dónde y cuándo tengan a bien decirles los periodistas de Intereconomía y doña Esperanza Aguirre.

Ningún político socialista ha sugerido, en ningún momento, que nadie acuda a las concentraciones que tienen lugar en plazas de ciudades de toda España. Ningún periodista de la Sexta, o de Cuatro, ha convocado ninguna de estas concentraciones. Y, sin embargo, no hace falta que les diga qué dirían muchos (Enrique de Diego, el primero) si Carles Francino -por ejemplo- estuviese dirigiendo, micrófono en mano la concentración de Sol. O lo que diría doña Esperanza Aguirre (y sus adláteres, no digamos) si un político socialista, por insignificante que fuese (cualquier concejal del pueblo más perdido que puedan imaginarse) sugieriese, a semejanza de lo hecho por doña Esperanza, organizar una concentración delante de la sede del PP, en la calle Génova de Madrid.

Y los asistentes a estas concentraciones convocadas por periodistas y politicos peperos pretenderán, incluso, que no dudemos de su "independencia política". Independencia que tanto exigen a los concentrados en Sol -culpables todos mientras no se demuestre lo contrario-, pero que, para ellos, (que por algo son "los buenos") deja de ser una condición sine qua non de legitimidad a la hora de salir a la calle.

PS: Por cierto, curioso paralelismo el que hace doña Esperanza (la Pepa Bono del PP), que parece creer que todo gira alrededor suyo. Tras quejarse de que la concentración de Madrid sea en la Puerta del Sol (plaza céntrica de Madrid, en la que está la sede del gobierno de la Comunidad Autónoma), propone lo que parece considerar un equivalente: una concentración en Ferraz. Esta petición sería lógica si la gente se hubiese concentrado cerca de la sede del PP, en la calle Génova de Madrid. Pero, para doña Esperanza -quien así nos demuestra qué entiende ella por "democracia"- el PP y el gobierno de la Comunidad Autónoma son exactamente lo mismo.

PPS: Los acólitos del PP siguen lloriqueando: "¡La calle es de todos!". Hombre, si la calle es de todos, sal tú también un rato, en lugar de quejarte tanto y exigir a los demás que no salgan. Aunque, en realidad, lo que quieren decir es: "La calle es de todos, pero el que salga sin mi visto bueno es un etarra y un ultraizquierdista".

jueves, 19 de mayo de 2011

Revolution Street (XIV): La casta y sus galgos.

Como todos sabemos, que Jaime Mayor Oreja y compañía acudan a una manifestación convocada por las organizaciones satélites del PP no significa, necesariamente, que eso sea una manifestación pepera. De hecho, esta es una conclusión harto discutible y nunca suficientemente demostrada, a la que sólo puede llegar uno si posee una mente lo suficientemente retorcida para buscarle tres pies al gato continuamente.

Sin embargo, esta clarísimo que, tras las concentraciones que tienen lugar en plazas de toda España esta la larga mano de Rubalcaba (el sustituto -como Enemigo Único- del actual presidente del gobierno en la psique de millones de españoles). Nadie ha visto un solo político socialista (ni nada que se le parezca) acudir a estas concentraciones. Pero los mismos que, haciendo gala de su independencia, invitan a los políticos del PP a sus grandes eventos te aseguran, sin dudarlo, que las acampadas son un oscuro montaje dirigido por hilos invisibles (a diferencia de los suyos, que son tan visibles como ferozmente negados).

Teniendo en cuenta como braman y lloriquean desde la acera derecha (sin que, repito, haya aparecido por las concentraciones ni un solo socialista)...¿se imaginan la que estarían liando las buenas gentes de la derecha si las concentraciones estuviesen organizadas por un Foro dirigido por un antiguo Secretario de Estado de un gobierno del PSOE y por una plataforma presidida por un sobrino de Pedro Solbes?.

¿Se imaginan lo que estarían diciendo algunos si los activistas y simpatizantes de dicho foro y dicha plataforma asegurasen ser "independientes de toda sigla política" y ser "representantes de la sociedad civil"? ¿Se imaginan la que caería si el hipotético sobrino de Pedro Solbes acudiese a la Sexta para hablar de la importancia de la existencia de un supuesto tejido asociativo que meta en vereda a los partidos políticos, y jurase porlagloriadesumadrer que su plataforma nada tiene que ver con el PSOE, sino que está compuesta por gente que sólo aspira a defender sus "derechos civiles"?.

Porque recuerden que ser sobrino de un ministro de Economía del PP (como don Ignacio Arsuaga) o haber sido Secretario de Estado en un gobierno del PP (como don Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia) nunca ha sido, ni debe ser (en absoluto) motivo de ninguna sospecha (salvo para los que estamos cargados de mal rollo y energias negativas y todo eso), sino mas bien, garantía de honestidad e independencia, y ausencia de motivos ocultos (y, como buenos peperos, no te decimos a quiénes hay que votar, pero, a imagen y semejanza de los monseñores, te damos una pista: la izquierda, y sólo la izquierda, es -como decía Doña Rogelia- malísma del tó).

Y fíjense que el PP ni siquiera ha llegado todavía a la Moncloa, pero sus adláteres - después de pasarse dos o tres años haciendo la calle, en todos los sentidos- no pierden ya ni un segundo a la hora de acusar de títeres (o agentes, directamente) de Rubalcaba a todo el que, a partir de ahora salga de su casa a reivindicar lo que sea (por muy justas que sean sus demandas, que lo son).

Y es que ya "no es el momento" y "ahora toca otra cosa". Igual que en 1996. Todo el jaleo que había que montar cuando el presidente del gobierno se llamaba Felipe González se volvió, de pronto, completamente prescindible una vez se le cambió el collar al perro (que la Moncloa bien valía, para empezar, medio millón largo de abortos quirúrgicos). Los que siguieron protestando contra el aborto (por ejemplo) fueron marginados e ignorados ("yo no me manifiesto contra este gobierno, que bastante trabajo nos costó echar a los socialistas").

Así que, si dudan de lo que ocurrirá con ese entramado pepero autodenominado "sociedad civil" y su febril ritmo de actividad (y jaleo) cuando el presidente del gobierno sea del PP (y no digo que, necesariamente, vaya a llamarse Mariano), pueden dejar de hacerlo, porque la evidencia la tienen delante: palo a todo lo que se mueva.

¡Que vienen los rojos! (actualizado).

Desde hace más de 35 años apelan al mismo argumento (al único argumento que exhiben) a la hora de pedir el voto: el miedo a los rojos. Como ahora los rojos andan de capa caída, han encargado a sus acólitos en los medios que busquen y encuentren rojos por todas partes.

¿Que quiénes son los rojos, en este momento? Pues cualquiera que salga a la calle (por muy justas que sean sus reivindicaciones) sin el visto bueno del PP.

Mientras tanto, las buenas gentes de la derecha excusan su participación en los eventos porque, según les han mostrado en las televisiones afines al PP, corretean por la Puerta del Sol varios individuos sospechosos de no haberse duchado desde el fin de semana pasado y con litronas en la mano y porretes en la boca. Son las mismas buenas gentes de la derecha que llaman "sectarios" (y cosas peores) a los socialistas por no acudir a las manifestaciones de la AVT en las que tantos aplausos recibe un antiguo ministro del Interior que soltó más etarras que Rubalcaba, y que responde al nombre de Jaime Mayor Oreja.

Claro, que la excusa es perfecta: Los rojos se están adueñando del movimiento porque la derecha se queda en casa. Y la derecha se queda en casa porque los rojos se están adueñando del movimiento. Y la derecha se queda en casa porque, como son gente inteligente, independiente, leída y con criterio, no mueven un músculo (ni disparan una neurona) si antes no les han dado permiso los de intereco, Losantos o Pedrojota.

Y así andan: después de quejarse de que la izquierda les colgase el cartel de "ultraderechista", ahora son ellos los que le cuelgan el sambenito de "ultraizquierda" a cualquiera que salga a la calle a pedir cambios en el status quo actual (el mismo status quo contra el que tanto había que protestar y tanto había que cuestionar cuando el PSOE lideraba las encuestas de intención de voto).

¿Habría ganado la UCD las elecciones generales de 1977 si, pocos meses antes, un gobierno de este partido no hubiese legalizado al PCE? ¿Se habría evitado que los partidos fieles a los "Principios del Movimiento" (léase Fuerza Nueva y compañía) tuviesen representación parlamentaria de no ser por eso mismo?.

El PP arrasará este domingo. Porque millones de españoles, reaccionan de manera pavloviana, y alivian su miedo pidiendo que sea el PP el que haga todo lo que iban a hacer esos malvados rojos a los que tanto pánico les tenemos.

El problema lo tendrá Mariano Rajoy. Con su partido copando casi todas las autonomías y los principales ayuntamientos, ya no va a poder esconderse detrás de ningún gobierno socialista.

PS: El terrorífico lema de la acampada "ultraizquierdista" en mi ciudad: "Ni PP ni PSOE. Ni abstención, ni voto en blanco, ni nulo. Todo les favorece. Vota partidos minoritarios. Mándales al paro".

Actualización: Luis del Pino ve lo evidente, y lo explica muy bien.

jueves, 12 de mayo de 2011

Ponerse de perfil.

El arzobispo de Oviedo, Monseñor Sanz Montes, ha escrito un artículo acerca del llamado "voto católico" (lo pueden leer aquí, si lo desean, antes de continuar). Un "voto católico" de cuya existencia, a tenor de la pregunta con la que se encabeza el artículo, Monseñor parece dudar.

La primera pregunta que se le viene a uno a la mente es para qué -como acostumbran nuestros obispos- se escriben artículos como éste, en el que (al menos en concreto y, en principio) nada se condena, nada se recomienda, nada se elogia y nada se censura. Y la respuesta me parece muy sencilla: para facilitar, que quien así lo desee, haga, o siga haciendo, de su capa un sayo apelando - según convenga- a lo que el señor obispo no recomendó y/o a lo que el señor obispo no censuró.

Un artículo de este tipo y de este corte, en principio, es una forma de decirle al rebaño que continúen por la cañada por la que van; porque, si el pastor considera que el rumbo debe ser enderezado, no se limita a repetir en voz baja las cuatro canciones que se sabe para matar el rato, sino que recurre a recios silbidos e interjecciones y azuza a los perros para dejarles claro a las ovejas cuál es la dirección que se debe tomar. Y, si hay que tirar de garrote (dialéctico, en este caso) para espabilar a las ovejas que se pasan de listas e insisten en ir por donde no deben, pues se tira.

Pero, claro, si las ovejas siguen a lo suyo, y el pastor (quizás porque teme que las ovejas le dejen en evidencia no haciéndole ni puñetero caso) es un bienqueda que sólo abre la boca para pronunciar vaguedades al estilo "caminante, no hay camino" o "se hace camino al andar", lo lógico es que las ovejas continúen haciendo lo que más les gusta: identificar a la mayoría, unirse a ella, y seguir la linde hasta que haya susto o muerte.

No es ningún secreto que casi todos los votos de los españoles que dicen ser "católicos" van a parar a las candidaturas del PP. Esto no se ha conseguido, exclusivamente, con vaguedades o ambigüedades episcopales a lo largo de estas últimas décadas, sino combinando la omisión flagrante con la concreción clarificadora, según aconsejase la jugada.

Porque ningún problema tendrán ustedes para encontrar un artículo, un comunicado, o una conferencia de prensa (ni un centenar), en los que un obispo condene o censure, explícitamente y sin dejar puertas abiertas a malas interpretaciones, a un político del PSOE o a este partido, por sus palabras, actos, o el sentido de su voto en el Parlamento. Aquí, sin ir más lejos, tienen, como botón de muestra, una prueba de que el arzobispo de Oviedo, cuando quiere, se hace entender con toda la claridad necesaria para que nadie se llame a engaño.

Pero, salvo contadas excepciones, no escucharán nunca a ningún obispo censurar, con la misma claridad (ni siquiera con una claridad remotamente parecida) a los políticos del PP. Si acaso, se cumple el expediente tirando de frases nebulosas en las que, haciendo apelaciones a todos en general, nunca se menciona a ninguna persona ni partido en particular. Recuerden, por ejemplo, estas llamativas declaraciones de María Dolores de Cospedal, asegurando ignorar, hace tiempo, que la Iglesia condenaba la fecundación in vitro, pero que, sabiéndolo ahora, no tendría ningún problema en [volver a] recurrir a este malhadado invento para alumbrar un retoño. ¿Salió algún obispo a afearle, en público, semejante muestra de cinismo -y de cosas peores- a la secretaria general del PP?.

Una de esas honrosas excepciones fue, en su día, Monseñor Munilla, actual obispo de San Sebastián y autor de un artículo en el que recordaba a PNV y a PP, poco antes de ser legalizadas las píldoras abortivas gobernando este último partido, que de perpetrar tal barrabasada dejarían de ser merecedores del voto de los católicos (yo creo que lo habían dejado de ser mucho antes, pero dejémoslo así). El caso es que la respuesta de los católicos fue seguir votando al PP (y al PNV), y desoír el implícito consejo de Monseñor Munilla con el mismo ardor y entusiasmo con el que ahora le elogian (mientras siguen votando a los que legalizaron las píldoras abortivas, faltaría más).

Pero el caso es que, en realidad, el artículo del arzobispo de Oviedo ni siquiera se limita a seguir este guión. En esta ocasión, Monseñor Sanz Montes, además, desliza, entre los criterios generales a considerar, las principales consignas escapistas con las que el votante pepero gusta de intentar escabullirse cuando se le pone, de frente y sin anestesia, ante las palabras (todas estupendas), obras (cada vez más, y cada vez peores) y omisiones (cada vez menos) de su partido.

Para empezar, una de las "razones" esgrimidas por el votante pepero para su erre que erre particular es lo que él llama "realismo" (eufemismo que, en realidad, quiere decir "participación consciente y culpable del status quo actual"). Para el votante pepero, por muy buenas intenciones que tengan, y dignos de elogio que sean otros partidos, votarles es apelar a una fantasía que no tiene posibilidad alguna de hacerse realidad. Y en bandeja les pone Monseñor Sanz a los votantes peperos esta excusa afirmando que "Se trata de elegir a quienes creíblemente pondrán remedio...". ¿Pondrá "remedio" -a lo que sea- el PP? Nunca se sabe. Pero lo que el votante pepero tiene claro es que, de hacerse, sólo lo hará el PP "porque los otros nunca van a sacar nada" (gran ejemplo de profecía autocumplida: no se les vota porque "no van a sacar nada", y "no van a sacar nada" porque no se les vota).

Pero Monseñor Sanz se guarda lo mejor para el último párrafo, afirmando que "...el perfil del político cristiano también existe, viva o no con total coherencia las exigencias de nuestra fe..". Esta es una interpretación asaz novedosa de la ética y hasta de la doctrina de la Iglesia, puesto que es una frase que viene a ser la contraria del famoso proverbio sobre la mujer del César. Ahora resulta que lo importante no es serlo ("coherencia"), sino parecerlo ("perfil"). Resulta que no son las obras, sino el "perfil" (o sea, la imagen y las apariencias), las buenas razones para Monseñor Sanz, en lo que a la política (y a la hora de merecer el voto de los católicos) se refiere.

Y, dado que la coherencia pasa a ser un elemento secundario y deseable, pero no imprescindible, al final lo importante y la única condición sine qua non es que el partido al que vamos a seguir votando nos ponga delante de los morros algún señor con pinta de abuelo bondadoso y de no haber roto un plato en la vida (aunque haya roto vajillas enteras). ¿Da el perfil? ¿Sí? Pues ya está. No vamos a exigirle coherencia, porque la coherencia está para ser exigida a los socialistas que se dicen católicos, pero que votan a favor de la ley Aído o que se van a Entrevías a comulgar con rosquillas y vino barato de mesa. Pero, gracias a Monseñor Sanz, ahora sabemos a ciencia cierta que "a los nuestros" no es necesario exigirles coherencia alguna (algo, que, como suele suceder, no nos impide dar lecciones de coherencia a los de la acera de enfrente). Lo importante es que tengan unas ciertas maneras y repitan unas determinadas palabras (ya saben: vida, familia, valores, etc).

Y, para que no quede duda, Monseñor nos deja abierta otra vía de escape: "..y a él [el político cristiano] miramos cuando, en lo que propone hacer...., son reconocibles nuestros valores cristianos". ¿Qué va a hacer el partido al que usted va a votar? ¡Da igual! Lo importante son los buenos propósitos expresados por el monigote católico de cuota. Si el monigote dice lo que todos queremos oír, usted ya ha cumplido, y ninguna responsabilidad tiene en lo que suceda después de las elecciones (eso sí, no se olvide de mandar SMS a programas de tertulia cuyo nombre incluya un animal o un giro coloquial, recalcando que la culpa de lo que hacen los socialistas la tienen los millones de presuntos borregos que les votan).

Así que, si ustedes votan al PP el 22 de Mayo y, por una remota casualidad, los remordimientos de conciencia no les dejan conciliar el sueño, no culpen al arzobispo de Oviedo, que ha hecho todo lo humanamente posible por asegurarse de que duerman felices como troncos.

PS: Los hay que, en los comentarios al artículo de Monseñor, se lamentan de una presunta falta de coherencia de éste y, en general, de la Conferencia Episcopal. ¿Coherencia? ¿Para qué quiere uno coherencia, si goza de un perfil inmejorable?.

PSS: No se molesten en buscar el mencionado artículo de Monseñor Munilla en el que, hace más de diez años, afirmaba que el PP y el PNV dejarían de merecerse el voto de los católicos si votaban a favor de la legalización de las píldoras abortivas (y en el que aseguraba, literalmente, que "la experiencia acumulada nos permite afirmar que la legalización de la píldora abortiva sería un paso decisivo hacia la plena liberalización del aborto"). Lo enlacé el 18 de Marzo en Facebook. Acabo de comprobar que el artículo - que, insisto, llevaba años ahí muerto de risa- ha desaparecido de la web en la que estaba colgado.

Actualización: Gracias a Jorge Peño, un amigo de Facebook, he conseguido rescatar el artículo de marras (por ahora). Gracias también a Embajador y Orisson, pero es que soy un negado con lo del caché de Google (todavía carezco de ídem virtual). Y no dejen de leer este interesante artículo escrito por un asturiano.

martes, 10 de mayo de 2011

Pájaros de mal agüero.

Confirmado.

El faisán y la gaviota, amigos para siempre.

No sé exactamente qué es lo que los del PP encuentran tan inasumible del lema de la manifestación convocada por Voces Contra el Terrorismo este sabado en Madrid.

¿Será la palabra "España"?. ¿Será la expresión "ETA fuera de las instituciones"?.

¿O quizás lo adecuado sería cambiar el lema por uno como "Ante la traición a las víctimas, PP fuera de las instituciones"?.

¿O también váis a llamar "purista" a Francisco José Alcaraz?.

Porque si tu compañera de partido, Esperanza Aguirre, tiene razón cuando dice que Bildu se presenta a las elecciones "porque quieren los socialistas" ("aunque no sólo los socialistas", añadiría yo), ¿quién "le da bola a ETA" ahora, Antonio?. ¿Quiénes son ahora "los amigos de los amigos de los terroristas"?.

PS: Patxi López...¿recuerdan?.

PPS: Y, a estas alturas, de exigirle al gobierno que no negocie con ETA, ni hablamos. Imagino.
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