Hoy, víspera de la reunión en la Moncloa entre el Presidente del Gobierno y el Ministro de la Oposición, se hunde la bolsa.
Por supuesto, sólo un paranoico podría pensar que la reunión se convocó precisamente para el 5 de Mayo porque ya se sabía lo que iba a pasar el día 4.
Mientras tanto, Zapatero confirma, a su manera y en su particular idioma, que los peores augurios eran ciertos (como siempre sucede cada vez que el único argumento que uno tiene es llamar "catastrofistas" o "profetas de desgracias" a los que le llevan la contraria). Cuando la realidad vuelva a llevarle la contraria, el presidente reaccionará diciendo que han sido los malvados rumores los que, de la noche a la mañana, han provocado lo que ya había ocurrido.
Mañana nos enteraremos de las nuevas recetas mágicas que cocinarán (improvisándolas, claro, porque ¡cómo iban a prever ellos lo que ha ocurrido hoy!) el ministro de la oposición y el presidente del gobierno, que nos ofrecerán los planes ya previstos hace tiempo para ser ejecutados (reforma laboral, despido libre, bajada de salarios, subida de impuestos indirectos) como la única salvación posible.
Por supuesto, no faltarán los que volverán a advertirnos de lo equivocadas que están dichas recetas. Y, lógicamente, se les tachará de "catastrofistas", "pesimistas", y "profetas de desgracias", y se nos pintará un horizonte color de rosa (¡esta vez sí!).
Y vuelta a empezar. Pero cada vez desde más abajo.
SOBRE HOY, 20-N.
Hace 2 días
2 comentarios:
No harán lo que tienen que hacer, pero marearán mucho
Peor aún será que dejen el asunto pudrirse más tiempo. Pero ahora viene la ley de libertad religiosa, luego la "reforma laboral" y un asunto tapará al otro (y viceversa), así que hay que prolongar la agonía para distraer.
Como le dijo Jesús a Judas: "Lo que tengas que hacer, hazlo pronto".
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