Por orden del señor canónigo, se hace saber:
- Que ya no se llama "aborto".
- Que mejor llamarlo "interrupción voluntaria del embarazo".
- Y que, si me apuran, lo ideal sería llamarlo "Actuación médica que implica la pérdida del feto".
El señor obispo, quien tomó rápidamente cartas en el asunto hace ya seis meses, asimismo, hace saber:
- Que le parece fatal lo que está pasando.
- Que sus subordinados, aunque no lo parezca, están superencontra de lo que está pasando (y ya se sabe que "estar superencontra de algo" es el sucedáneo modernista de la indulgencia plenaria).
- Que ya ha comunicado el asunto a sus superiores, y que sigue esperando (de brazos cruzados) instrucciones de los mismos. Y que, mientras espera instrucciones, lo que está pasando, seguirá pasando.
PS: Como ven, el señor obispo (al igual que cualquier estatua del Museo del Louvre, sin ir más lejos) está más que capacitado para ocupar el cargo de coronel de un regimiento de cascos azules de la ONU.
SOBRE HOY, 20-N.
Hace 2 días
1 comentario:
Me alegro mucho de ver que en este tema no toca dar taconazos mientras pasa el Obispo.
Aunque en honor a la verdad, me temo que esto es, simplemente, que se la han colado al Patronato de marras. A fin de cuentas, los patronos de una fundación poco pueden saber sobre la gestión y el día a día de las SL´s o actividades económicas que conforman los libros contables de la Fundación, que es lo que ellos controlan.
En realidad, al Obispo le vamos a medir por la celeridad con la que se corrige esta situación escandalosa.
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