Doña María Teresa Fernández De la Vega, ya recuperada de su indisposición intestinal que, según dicen (aunque algunos
sospechan otra cosa) ha necesitado de cirugía para solucionarse, ha manifestado, en rueda de prensa el pasado sábado tras el consejo de ministros en el que se le dio el pase a la reforma de la ley del aborto, que
su deseo de que "ninguna mujer tenga que enfrentarse a la durísima decisión (sic) de abortar".Dado que, como ya sabemos, don Benigno Blanco recalcó que
cualquier abortista que quiera que haya menos abortos se sentirá plenamente identificado con las reivindicaciones de la manifestación del 17 de Octubre, el autor del blog se pregunta si doña María Teresa será invitada (y bienvenida) a hacer bulto por las calles de Madrid ese día.
Que, a tenor de lo explicado en su momento por don Benigno, en una manifestación contra una ley quepan también aquéllos que la aprobaron (una situación digna de un "gag" de los Monty Python) demuestra lo que ocurre cuando el teórico mensaje no sólo no se defiende, sino que se sacrifica en beneficio del número de asistentes (y, especialmente,
para poder dar cabida a los que, quizás por ser el ojito derecho de la que tiene la llave de la caja fuerte, deben destacar por encima de todo).
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