En este blog se ha señalado, en varias entradas meses ha, la posibilidad de que en España hubiese elecciones anticipadas en el 2010. Las razones para ello han sido la detección, cual síntomas de una enfermedad que ya resulta familiar porque se repite cada cierto tiempo, de ciertos comportamientos entre los políticos del PP y sus plataformas y asociaciones adláteres (síntomas que consisten, lisa y llanamente, en que, después de meses -o años- criticando al gobierno socialista, el político del PP o el "líder de la sociedad civil" de turno se destapan, ofreciendo a sus indignados seguidores la única solución posible: votar al PP, naturalmente -que es de lo que se trataba desde el principio).
Sin embargo, y teniendo en cuenta la velocidad a la que se están sucediendo los acontecimientos en lo que a las bajadas de salarios y pensiones y el despido libre de facto se refiere (si les asustan estas palabras pueden llamarlo "reformas económicas") me está haciendo replantearme lo antes afirmado, en cierto sentido (por cierto: ¿se hacen las "reformas" para salir de la crisis o se ha provocado/permitido/alentado la crisis para poder hacer las "reformas" sin que nadie rechiste?; elijan ustedes).
Teniendo en cuenta que, en España, se avecinan dos años más de cuesta abajo (y, a partir del 30 de Junio, sin frenos), me resulta ahora difícil creer que pueda haber elecciones generales anticipadas, puesto que el PP, en esta ocasión, no parece capaz de perderlas. Miguel Ángel Rodríguez nos recordaba en La Noria el pasado fin de semana lo que todos ya sabemos: Si hay elecciones generales anticipadas y las gana el PP, la izquierda haría arder España.
En efecto: para el fiel electorado socialista, un 20% de paro con un gobierno del PSOE, no sólo es ya algo tan habitual que ni siquiera les altera lo más mínimo (siempre y cuando sea el prójimo, y no ellos, el que se queda sin trabajo o sin ingresos, claro), sino que es una desgracia inevitable de la que tienen la culpa malvados agentes externos ante los que estamos indefensos (vamos mejorando: gran parte de España razona ya como Fidel Castro o Hugo Chávez). En cambio, un 20% de paro (no digamos un 25%, como parece que podría llegar a haber el año que viene) con un gobierno del PP (que nada podría hacer ante lo que se avecina, puesto que, al fin y al cabo, las deudas hay que devolverlas gobierne quien gobierne), les resultaría completamente intolerable (y, para que recuerden cómo se parecen las psiques de tirios y troyanos, les recuerdo lo intolerable que le resulta a millones de españoles el aborto cuando gobierna el PSOE y lo plácido que se torna cuando gobierna el PP).
De hecho, en España, las autonomías y los ayuntamientos, debido a la enorme cuota de poder que atesoran (en las autonomías en forma de transferencias, y en ambos, gracias al puro y simple clientelismo), son bastante más eficaces, a la hora de hacerle la puñeta al gobierno de turno (al que se puede convertir en el malo que nos niega el dinero ajeno e impide, así, a nuestro pueblo o a nuestra región "desarrollarse"), que 154 diputados echando la siesta en la Carrera de San Jerónimo.
Además, así, don Mariano puede dedicarse a lo que más le gusta: leer el Marca, votar a favor de todas las medidas del gobierno que él mismo critica, votar en contra de las medidas del gobierno que él mismo propuso (ver pág. 3 del discurso) y ausentarse del hemiciclo oportunísimamente para evitar la derrota, en una votación, del gobierno, cuando éste se queda sin aliados nacionalistas que lo apoyen. Así que no es de extrañar que él sea prácticamente el único que queda en el PP que aún no ha pedido que se celebren elecciones generales anticipadas.
Pero don Mariano, probablemente, acabará imitando en esto a Florentino Pérez (especialista en comprar futbolistas de gran renombre cuyos mejores años ya pasaron): Con la que está cayendo y caerá, se hará inevitable el descenso del gasto y del endeudamiento de autonomías y ayuntamientos, así que su utilidad se verá muy disminuida (en comparación con estas tres últimas décadas) como instrumentos de compra de votos y voluntades (que en esto, y no en otra cosa, consiste eso que los políticos socialdemócratas llaman "gasto social"). Pero, eso sí, ese mismo presupuesto de autonomías y ayuntamientos, precisamente por estar muy adelgazado, se convertirá en objeto de una lucha aún más enconada, si cabe, entre los aspirantes a vivir del dinero de los demás, carnet del partido mediante (aspirantes cuyo número y competencia entre sí, seguramente, aumentará como consecuencia de las estrecheces económicas que esperan a muchos españoles durante la próxima década).
PS: Se confirma cuáles son las generales anticipadas en las que están pensando en Génova, 13. Ana Mato ha hablado con "los barones" del partido...y, de paso, se ponen la venda antes de hacerse la herida.
1 comentario:
provocado/permitido/alentado la crisis para poder hacer las "reformas" sin que nadie rechiste?; elijan ustedes"
Este tema es clave. Para mi está claro que, como mínimo, no ha existido voluntad de gobierno para evitar llegar a una situación que "justifique" la introducción de esas (y otras más graves) reformas, sino qe además la situación ha servido (y servirá) para esquilmar a los pequeños inversores y ahorradores familiares que durante demasiados años han vivido haciendo como si la especulación (mobiliaria o inmobiliaria, tanto da9 fuera algo legítimo y una fuente de riqueza real.
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