Todo lo que diga Benigno Blanco, como ya hemos dicho, ha de tomarse con las necesarias reservas con las que hay que escuchar lo que dice alguien que, como ha hecho el presidente del Foro de la Famiglia, felicitó al gobierno de Madrid cuando apoyó a los objetores a EpC y luego, felicitó igualmente al mismo gobierno cuando obligó a los objetores a entrar en clase (nótese que, don Benigno, aunque cambie de opinión, nunca cambia en una cosa: la justificación y el apoyo al penúltimo cambio de postura del PP).
Sin embargo, don Benigno (que parece haber sido presa, del viernes al sábado, de una especie de "pentecostés centrorreformista"), se ha despachado, en una entrevista en la COPE, con declaraciones que ciertamente le dejan a uno con la boca abierta (hasta que uno recuerda lo de la EpC en Madrid, claro):
1- "Reivindicamos una legislación que proteja la vida del no-nacido en todos los casos. Por lo tanto, no estamos de acuerdo con la ley actual"
2- "No sólo era una manifestación contra esta ley" (¿ah, no? entonces, ¿cuándo miente: ahora o el pasado miércoles a Europa Press?).
3- "Tenemos aborto libre en fraude de ley con la ley actual...y tendremos aborto libre sin fraude de ley con la ley nueva: no hay mucha diferencia". (¿pero no decían, hasta hace nada, que la "ley Aído" iba a "implantar el aborto libre en España"?).
4- "Hay que acabar con esa tendencia histórica que consiste en que el PSOE introduce primero sus cambios sociales revolucionarios, y el PP después no se atreve a revocarlos" (y yo pregunto: ¿y por qué ha de ser el PP el único que pueda revocarlos?)
5- "Por supuesto que exigiremos al PP acabar con el aborto en España".
Nótese, a pesar de todo, cómo es más probable pillar a don Benigno caminando por la Castellana con un tanga de color fluorescente por todo atuendo que pronunciando las palabras malditas -siguen siéndolo- del provida políticamente correcto: "Derogación de las leyes abortistas vigentes". "No estoy de acuerdo con la actual ley" no significa necesariamente "Quiero que se derogue" (de hecho, don Benigno ya anunció el viernes que pedirían al PP, que al menos - ya están preparando el caramelo para tener contentos a los forofos peperos sin que se derogue ninguna ley- la aplicación de la ley sea más seria). Exigir al PP "acabar con el aborto" no significa necesariamente "exigir que se deroguen las leyes" (se puede vender luego cualquier cosa que haga el PP como encaminada a "acabar con el aborto"...un siglo de éstos).
Lo curioso es que, a los que han dicho antes todo lo que don Benigno (trampas semánticas aparte) ha dicho en esa entrevista en la COPE, se les tachaba (y se les sigue tachando) de "fanáticos", "extremistas" y de "estar fuera de la realidad". ¿Y qué le han dicho sus forofos a don Benigno, ahora que ha cambiado el disco y dice lo mismo que los "fanáticos" y los "extremistas"? Pues aplaudirle, y llamar "valentía" lo que hasta hace dos días era "fanatismo" (es asombroso ver cómo se puede considerar como una gran idea lo que era anatema hasta hace nada, dependiendo de quién lo proponga).
La cuestión es, ahora, imaginar qué causa ha podido llevar a don Benigno a hablar, de pronto, en términos mucho más parecidos a los de "ultraderechistas" como Rafael López-Diéguez o Javier Garisoáin que a los de "demócratas" como (pongamos por caso) el mismísimo Jaime Mayor Oreja.
La respuesta hay que buscarla en la explicación que da en su blog el historiador Francisco Torres (portavoz del partido Alternativa Española): la insistencia de los que no se conforman con amoldar las expectativas de la "lucha por la vida" al programa político del PP.
Esa insistencia de unos pocos (recriminada por los mismos que ahora aplauden a Benigno Blanco por, repetimos, decir lo mismo) en el mensaje que todas las leyes abortistas deben ser abolidas (frente al mensaje de otros que, en nombre de la estrategia -ahora llaman "estrategia" a la conveniencia- en que sólo molesta, por ahora, la "ley Aído") y que, de nada sirve que se impida que la "ley Aído" no salga adelante si se sigue matando al amparo de las leyes actuales; esa insistencia de unos pocos en desenmasacarar la gran mentira que se ha intentado apuntalar, por parte de los convocantes, con esta manifestación (que "defender la vida" = "no cuestionar la legislación vigente" y que por tanto, el PP "defiende la vida" porque no quiere cambiar la legislación vigente), es la que ha llevado a don Benigno (y a Jaime Mayor) a salir corriendo tras las ovejas que amenazan con salirse del redil.
Eso sí, para ello, don Benigno asume, muy hábilmente, que comparte el objetivo: "acabar con el aborto", "no me gusta la ley actual". Pero, ¿qué medios sigue proponiendo -como hizo en su discurso del sábado- don Benigno? Pues protestar mucho, pero a "los políticos" (o sea, a los mismos partidos de siempre), transmitiendo implícitamente la idea de que la solución y el medio para conseguirla pasan, necesariamente, por los partidos YA presentes en el Parlamento.
La repetición incansable del mensaje de los que defienden, sin ambages ni componendas, los llamados por Benedicto XVI, "Principios no Negociables" aún no se ha traducido en apoyos en forma de votos, pero sí ha provocado un cambio en el discurso (haciendo, de la necesidad, virtud) en los que nunca los han defendido, ni los defenderán; señal de que algo se está moviendo y que cada vez más gente se está empezando a plantear la obviedad de que no tiene ningún sentido votar a un partido simplemente porque lo vota mucha gente, que menos sentido aún tiene votar bajo unas siglas lo que se protesta bajo otras y que, quizás (por algún sitio hay que empezar) votar a un partido cuyo programa (o, al menos, los puntos más importantes e imprescindibles del mismo) coincida con aquello en lo que uno cree no sea una locura, después de todo.
Mariano Rajoy se vio en la necesidad (después de que el PP votase a favor del derecho al aborto -lo mismo contra lo que se manifestaban este sábado- en el Parlamento Europeo el pasado 14 de Enero) de sacar a Mayor Oreja (después de "presentarlo en sociedad" en la Misa de las Familias, en Colón) a hablar de "principios" y de "valores" (sin especificar cuáles ni describir cómo los defendería); demostrando que en Génova saben muy bien por dónde les podía venir la vía de agua, corrieron a taparla (bien es cierto que no les supuso mucho esfuerzo).
Ahora, tras la manifestación del sábado, vuelven a hacer lo mismo. Como, pese a su prensa afín y a sus plataformas satélites, la inmensa mayoría de los manifestantes dijo ir "contra todo aborto y contra toda ley", han tenido que salir a toda prisa a asumir el discurso del que renegaban hasta hace dos días (cuestionar las leyes vigentes), pero eso sí: repitiendo que fuera del PP no hay ni habrá salvación.
Y yo no puedo dejar de ver eso como una buena señal.
PS1: Soraya Sáenz de Santamaría, ayer (muy sincronizado todo: pocas horas después de la entrevista en la que don Benigno afirmaba -por primera vez- que "no le gustaba la ley del 85"), salía ante los micrófonos a reconocer que el PP no derogará la "ley Aído" una vez sea aprobada. La "niña de Rajoy" afirmó que el PP "modificaría" la ley (imagino que en lo referente al aborto de menores sin consentimiento de los padres y alguna otra zarandaja secundaria). Vamos, que el PP, si gobierna, defenderá también (como ya hizo en el Parlamento Europeo) el aborto como un derecho. ¿Veremos de nuevo a la gran mayoría de los presentes en la manifestación del 17-O apoyar en las urnas aquello contra lo que protestaron en la calle, como ya hicieron en las europeas de Junio los del 29 de Marzo?.
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