jueves, 8 de octubre de 2009

Cortinas de humo buenistas (IV): No mezcles.

Uno, desde que era bien pequeñito, lleva oyendo a tirios y troyanos decir (a veces, con una sonrisa en el rostro, y otras con severo gesto de reproche) que "no se debe mezclar religión y política". Lo cierto es que uno, a fuerza de oírlo, acaba aceptándolo como una verdad incuestionable, aun preguntándose cómo no van a influir en la visión política de uno sus ideas religiosas.

Pero la realidad es que, el que afirma que sus ideas religiosas (o la ausencia de las mismas, o, mejor dicho: tus ideas sobre la religión) no influyen o no tienen nada que ver con tus ideas políticas (o, más aún, son completamente antitéticas), o bien padece una patología psiquiátrica llamada "desdoblamiento de la personalidad", o bien, sencillamente, tiene un morro que se lo pisa y lo que intenta es convencer al personal de que ha logrado la cuadratura del círculo.

Lo cierto es que esta idea ("postconciliar" donde las haya) de "no mezclar religión y política" es utilizada como cortina de humo en ocasiones muy concretas y determinadas (es decir: cuando interesa).

Invito, de hecho, a cualquiera a hacer el siguiente experimento (innecesario a estas alturas, seguramente): Métanse en alguna de las webs sobre religión o en webs autodenominadas como "del ciudadano activo" y critiquen a algún político del PSOE (o al PSOE) o de algún partido nacionalista.

Comprobará cómo nadie (repito: nadie) le "acusará" de estar "mezclando política y religión". Discutirán sobre si lo que hace dicho político está bien o mal (generalmente, todos estarán de acuerdo en que está fatal lo que ése político de izquierdas o nacionalista hace o dice, y no se explicarán cómo alguien que se diga cristiano puede votar o seguir votando a estos partidos), pero nadie insinuará que está mezclando indebidamente churras con merinas. Al fin y al cabo, ¿no es esto una democracia y es normal que los ciudadanos -y los cristianos- "concienciados" pongan de vuelta y media a los políticos cuando es pertinente?.

Sin embargo, haga usted la segunda parte de la prueba y critique, en un político del "partido mayoritario de centroderecha" (el PP, para entendernos), el mismo comportamiento o las mismas palabras que tan censurables le parecieron a todo el mundo en el caso de aquél político del PSOE o del PNV.

El resultado es totalmente distinto. Las críticas que, en el caso del político socialista o nacionalista, pasaron desapercibidas (o se acompañaron de palmaditas en la espalda de ésas que pueden provocarte la muerte por náusea), despiertan, cuando son realizadas a políticos del PP, no sólo rasgamiento de vestiduras y mesado de barbas, sino severas admoniciones de "no mezclar religión y política" y adjudicación de etiquetas antipáticas ("extremaderecha", "integrista", "extremista", "liberticida").

Y no sólo en los comentarios de los participantes en el blog. También los propios blogueros de la web se sienten irrefrenablemente obligados a escribir sobre el asunto (algo que, por supuesto, nunca consideraron necesario cuando los criticados fueron políticos de izquierdas y/o nacionalistas), generalmente para recordarnos que "el cristianismo no es una ideología" o hablar sobre la "extrema derecha antiliberal que escribe en Religión en Libertad". Y el hecho de que los que no se inmutan (incluso lo aplauden) cuando se critica a políticos de izquierda o nacionalistas se sientan compelidos a hablar de "la mezcla de política y religión" cuando se realizan idénticas críticas por idénticos comportamientos a políticos del PP, revela claramente (aunque sea de forma inconsciente o intentando disimularlo) las simpatías políticas (en el peor sentido de la palabra: la adhesión incondicional a unas siglas independientemente de las ideas que cobijen en cada momento) de algunos.

¿Que usted critica a Bibiana Aído o a José Luis Rodríguez Zapatero? Es usted un ciudadano activo, comprometido con sus derechos y libertades y que no se deja avasallar por el poder. ¿Que usted critica a Mariano Rajoy o a -Dios no lo quiera- Esperanza Aguirre? Es usted un fanático que quiere condenar a todo el mundo al infierno.

¿Que usted pide que la Iglesia tome ya cartas en el asunto de los obispos y curas nacionalistas y/o filoetarras en el País Vasco? Es usted un cristiano con todas las de la ley. ¿Que a usted le gustaría que la Conferencia Episcopal se mojase claramente de una vez y dijese que tan censurable es apoyar a unos partidos abortistas como a otros -incluido el PP? Usted quiere quemar a todo el mundo en una hoguera en el centro de la plaza del pueblo.

¿Que usted critica a la Consejería de Educación de Andalucía, Extremadura o Cataluña por hostigar a los objetores a EpC? Es usted un valiente y tiene unos genitales que ya quisiera para sí el caballo de Espartero. ¿Que usted critica a doña Lucía Figar -consejera de Educación de la Comunidad de Madrid- por obligar a los objetores a EpC a entrar en clase? Oiga, por favor, no sea usted tan radical, hombre, que lo hace por su bien...

¿Que usted se pregunta si no será una muestra de cinismo ser católico, o definirse como "católico" y militar en un partido abortista como el PP? Usted es un dogmático sin remedio y, seguramente, un "activista" de "un grupo liberticida". ¿Que usted afirma que el que es católico y está en el PSOE está "fuera de la Iglesia"? Usted sólo interpreta adecuadamente lo dicho por el portavoz de la Conferencia Episcopal (poniendo, de paso, en sus labios, palabras que este señor nunca ha dicho).

Y, si la cosa se tercia (y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valldolid)...¿que usted vota al PSOE aun reconociendo que no está de acuerdo con nada de lo que hace Zapatero? Es usted un borrego semianalfabeto que lleva al país al desastre. ¿Que vota usted al PP, aun reconociendo que no está de acuerdo con nada de lo que hace Rajoy ? Es usted un inteligentísimo estratega que va a pillar a todos por sorpresa, "cambiando el PP desde dentro".

La lista, lógicamente (y a estas alturas) podría alargarse hasta el infinito. Pero los hechos indiscutibles (gusten o no) son que, al final, y por alguna razón (que yo interpreto como la asunción inconsciente por parte de la inmensa mayoría de los católicos españoles, del PP como "partido de referencia para los católicos") toda opinión política que beneficie los intereses electorales o la buena imagen del PP se admite -por parte de todos- como una muestra legítima de libertad de expresión en las webs sobre noticias relacionadas con la religión y las webs "del ciudadano activo".

Pero las opiniones políticas (aunque sean coherentes y censuren o alaben comportamientos idénticos independientemente de las siglas) que puedan suponer un remoto perjuicio para los intereses electorales o la buena imagen del PP son inmediatamente acusadas de "mezclar religión y política" o de estar guiadas por oscuros intereses, provocando incluso (como ya decimos) artículos de unos y otros blogueros al respecto sobre si no se está mezclando religión con política de mala manera.

¿Y quien recurre también a estas tácticas? Pues los socialistas y los nacionalistas, claro. Señálele usted a Pepiño Blanco o Joseba Egíbar que algunas de sus ideas son poco compatibles con el cristianismo y le acusarán de lo mismo ("mezclar política y religión", "creerse en posesión de la verdad") de lo que los centrorreformistas acusan a los que cuestionan si las ideas, programas y comportamientos de los políticos del PP son compatibles con el cristianismo. Huelga decir que los centrorreformistas (como ya hemos dicho), realizan, sin sonrojarse lo más mínimo, a socialistas y nacionalistas, las mismas acusaciones que tan dignas de escándalo les parecen cuando se las hacen a ellos.

Resumiendo, que tanto centrorreformistas como socialistas y nacionalistas, usan la expresión "no mezclar religión y política" con el significado siguiente: "No critiques a políticos de mi partido por lo mismo que yo encuentro criticable en otros".

Así que, ¿quiénes "mezclan religión y política"? ¿Los que encuentran digno de crítica o de alabanza el mismo comportamiento independientemente de las siglas del político que lo realice o los que ven normal criticar comportamientos flagrantemente anticristianos en unos políticos y se escandalizan de que esos mismos comportamientos se critiquen en otros (los del partido que muchos católicos tienen como "el suyo", casualmente)?.

¿Los que piensan que es incoherente apoyar ciertos programas políticos -por oponerse a la visión cristiana de la vida, del hombre y del mundo- independientemente de las siglas bajo las que se presenten, o los que no entienden cómo se pueden apoyar esos programas bajo unas siglas mientras ellos mismos los apoyan bajo otras?.

¿Los que basan su programa político en unos principios innegociables, o los basan sus principios en unas siglas innegociables?.

PS1:Me remito a los últimos 30 o 40 años para comprobar empírica e indiscutiblemente, si el "dogma postconciliar" de "no mezclar religión y política" es una buena idea o no.

8 comentarios:

AnaG dijo...

Me encanta tu blog!

Gracias por no tener reparo en decir las cosas tan claramente.

Que Dios te bendiga!

nidixinipixi dijo...

Me quedé ayer de piedra cuando vi como aireaban desde la confesionalmente laica HO, la noticia de que los socialistas abortistas están fuera de la Iglesia. Uno se queda perplejo preguntándose si lo determinante es ser socialista o abortista o si el ser socialista es un agravante sobre ser abortista o viceversa.

Tenía una entrada preparada pero ando liado, a ver si mañana encuentro un momento.

Saludos

Orisson dijo...

Museros, definitivamente eres un ultraderechista de la peor calaña, un liberticida a sueldo de Lenin y un preconciliar de tomo y lomo. Y, lo peor, es que explicas demasiado bien la hipocresía de cientos de miles.

Aupa.

Urdax dijo...

En todo esto lo grave es la falta de sentido común, pues un cristiano por lógica no destierra a Cristo de la política, y de desobediencia al Magsiterio, ya que cuando les recuerdas las condenas al liberalismo por parte de la Iglesia siguen en sus trece.
Es una nueva división latente en la Iglesia. Igual que la teología de la liberación, pero del otro lado del materialismo liberal.

rufuks dijo...

El otro dia Esparza en su programa entrevistaba a Campoy y cual fue mi sorpresa que en un momento dado de la entrevista Campoy hablaba del miedo que habia a significarse en Cataluña por que los nacionalistas en el momento que le argumentabas algo contrario a su pensamiento te tildaba de españolista, anticatalanista, facha ("todas estas etiquetas que te cuelgan inmediatamente" Capoy dixit) es decir algo parecido a lo que hizo él con motivo de toda la polémica en torno a la manifestacion de 17 de octubre. Hacia el minuto 19:50 empieza Campoy con otra disertación en el que viene a decir algo asi:

(...)un proceso social en el cual discrepas públicamente de lo que oficialmente se lleva (...) automáticamente entras en una dinámica de marginación (...) hay nadie puede significarse por que en el momento que se significa lo que peligra es su puesto de trabajo (...)ya queda de alguna manera señalado y eso es una dinámica terriblemente nociva(...).

Es decir tambien algo "terriblemente" parecido de lo que hicieon ellos cuando toda la polémica por la manifestación del 11 de octubre, un ejemplo visible es cuando borrarón los comentarios de sus artículos, comentarios que me imagino que entrará dentro del lo que Campoy llama discrepar públicamente.


Para que veais que no me lo invento la entrevista la teneis aqui:

http://www.cope.es/la-estrella-polar#top

Vais a audios y es la segunda parte del viernes 9 de octubre del 2009, "Entrevistas a Conrado Jiménez, de Fundación Madrina; y a Alejandro Campoy, de Hazteoir."
La entrevista empieza sobre el minuto 14:25.

Maite C dijo...

Esto de no mezclar religión y política me parece una solemne gansada.
La religión para un católico es la base de todo.
Tengo una formación religiosa que me condiciona y sí nunca he militado en ningún partido político, menos lo voy a hacer ahora.
Como máximo puedo apoyar a un partido que sea lo más cercano a la Doctrina de la Iglesia.
Pero lo tenemos crudo. No acabo de ver a nadie con carisma y liderazgo capaz de buscar la forma de introducirse en los medios de comunicación, condicion sine qua non, para llegar a la sociedad de arriba a abajo.

Lo que dice Urdax sobre el liberalismo es cierto. Casi todos los de derecha se consideran liberales,por lo menos así lo dicen, pero no creo que sea por la doctrina liberal en sí misma, que no se si conocen bien,(y que yo sepa continua condenada por la Iglesia) si no porqué es la fórmula para alejarse lo más posible de que les tachen de consevadores, de extrema derecha etc...y es un adjetivo que en sí mismo lo puede decir cualquiera, sea de derechas, sea de centro (aquí ya me pierdo) o de una izquierda social demócrata.

Urdax dijo...

Por cierto, qué personaje el tal Campoy. Cada vez que se propone sentar doctrina parece un jumento en una cristalería.
Es un tipo raro. ¿Alguien sabe a qué se dedica, de donde viene? Dicen que vive de Hazte Oir. Lo que sí está claro es que parece el mamporrero de Arsuaga.

Museros dijo...

AnaG:

Muchas gracias. Que Dios te bendiga a tí también.

Nidixinipixi:

El artículo que mencionas es la enésima demostración de lo que venimos diciendo. Sobra decir lo que dirían ellos mismos si alguien insinuase que los abortistas del PP están "fuera de la Iglesia"; el mismo comportamiento se justifica o se condena dependiendo de las siglas políticas de unos y otros (y luego llaman "fanáticos" a los demás, encima).

Aunque habría que empezar por lo absurdo de la expresión "socialistas católicos abortistas". La palabra "católico" sobra en cualquier frase con la palabra "abortista" o "socialista" (aunque para ellos, lo grave es la palabra "socialista", evidentemente).

Orisson:

Se hace lo que se puede. Y creo que, además de la hipocresía (incoherencia voluntaria y consciente) de cientos de miles, todo esto refleja la ceguera (incoherencia inconsciente) de millones. Tiene mucha razón Rafael López-Diéguez cuando, en su último artículo de su blog, recuerda la frase de los Evangelios sobre atarse una piedra al cuello y tirarse al mar.

Urdax:

Totalmente. La falta de sentido común, ni más ni menos. He leído hace nada un libro, de Emilio Mariat ("La rebelión del sentido común", editorial Actas) sobre el uso continuo y permanente de la mentira en la sociedad democrática en la que vivimos, y que hace que muchos asuman como verdad o como algo lógico cualquier barbaridad que escuchen a diario.

La desobediencia al Magisterio, además, se ha convertido en algo tan generalizado que también se asume como "normal" (un demócrata asume como normal -u obligatoriamente tolerable, al menos- todo lo que hace la mayoría, lógicamente). Leo muchos artículos sobre liberalismo y cristianismo, pero ninguno sobre cristianismo y obediencia.

Viendo cómo, para algunos, Hayek y Von Mises se convierten en el canon para interpretar las Sagradas Escrituras y las Encíclicas (o para ignorarlas, directamente) va uno entendiendo el daño que ha hecho FJL y su gente, no sólo por lo equivocadas que puedan ser sus ideas, sino por haberse difundido a través de la COPE: El cristianismo consiste en echar al PSOE de la Moncloa y mantener unido al PP (López Schlichting ha dicho públicamente que hay que olvidarse -por estrategia, claro- de los valores morales a la hora de apoyar al PP).

Sobre lo que dices en tu último comentario, no creo tanto que sea un "mamporrero" en el sentido de "lacayo sumiso que hace el trabajo sucio al líder", sino simplemente que su forma de pensar (en los puntos comunes imprescindibles, al menos) es la misma que la de Arsuaga y otros dentro de la plataforma.

Rufuks:

No me sorprende en absoluto. Hacen lo mismo que aquellos a los que tanto critican. Y se escandalizan cuando alguien critica en "los suyos" los comportamientos que ellos ven criticables en "los otros". Mentalidad tribal pura y dura: las cosas no son buenas o malas en sí mismas, sino dependiendo de quién las haga.

El caso que mencionas es el del opositor políticamente correcto al pensamiento políticamente correcto: no se da cuenta (imagino) de que él mismo es parte del sistema que intenta combatir. Es algo así como luchar contra el señor Smith y sus secuaces sin saber que Matrix no es real.

Maite C:

Lo que dices sobre los medios de comunicación es verdad a medias: Aunque tener carisma es necesario para liderar un proyecto, no basta con tenerlo, sino que también es necesario que los medios quieran sacarte.

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