lunes, 19 de octubre de 2009

Las injustas críticas al PP

Pues qué quieren que les diga...No entiendo por qué se critica tanto a los dirigentes del PP que acudieron a la manifestación en defensa de la despenalización del aborto del 17 de Octubre en Madrid.

Sí, eso es lo que estoy diciendo: son totalmente injustas las críticas a José María Aznar, María Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre, Jaime Mayor, Ana Mato (esa especie de versión femenina de Eduardo Zaplana, con su perenne moreno artificial -algo así como un negativo de Michael Jackson) y demás políticos abortistas que acudieron a una manifestación en la que, bajo el lema "Por la Vida, se defendía...la postura de su partido.

Puedo criticar y criticaré la postura del PP a favor del aborto (especialmente ruin porque, además, dicen lamentarlo muchísimo), pero no que acudan a una manifestación en la que (digan lo que digan los manifestantes que parecen creer que a una manifestación contra la OTAN -por ejemplo- se puede ir a dar saltos y gritos a favor a la OTAN), repetimos, se suscribía punto por punto lo defendido por el PP.

¿Hipocresía? Por supuesto. A raudales. A espuertas. Por todas partes. ¿Hipocresía del PP? Ninguna. Cero patatero, como dijo uno que yo me sé.

Como dice otro que yo me sé, sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes (y me disculparán que volvamos a lo mismo, pero esto es como un serial que, en cada capítulo requiere un pequeño resumen de episodios pasados como introducción):

1-Fueron los organizadores del 17-O los que, extrañamente, pusieron el grito en el cielo por la posible ausencia de un partido abortista de una manifestación "por la vida" (cuando lo normal es que los partidos abortistas no encuentren razón alguna para asistir a manifestaciones "por la vida").

2- Fueron los organizadores del 17-O los que corrieron tras el PP para exigirle su adhesión a una manifestación que, teóricamente, nada tenía que ver con los postulados de este partido (defensa a capa y espada de la actual legislación abortista, aprobada en gran parte cuando este partido gobernaba).

3- Fueron los organizadores del 17-O los que celebraron que Mariano Rajoy invitase a todos los simpatizantes y militantes del PP a acudir a la manifestación para defender la despenalización del aborto, la legalidad de las píldoras abortivas y la destrucción y muerte de embriones humanos con fines experimentales.

4- Fueron los organizadores del 17-O los que criticaron severamente a los que señalaban la
incoherencia
de que, mientras se utilizaba la excusa de "no politizar la manifestación" para prohibir la asistencia de partidos políticos provida, se presumía de lo mismo mientras se agradecía a un partido abortista que se sumase al evento.

5- Fueron también los propios organizadores del 17-O los que aseguraron, por activa y por pasiva, que las afirmaciones de que en el manifiesto de la convocatoria se pedía la retirada de la "ley Aído", pero nada se decía sobre la legislación abortista actual (suscrita al 100% por el PP) eran fruto de paranoias, extremismos y purismos léxicos sin sentido (no puedo poner enlace alguno porque tales comentarios, realizados por miembros de la organización del 17-O, fueron borrados sin ningún miramiento en una web en la que, según ellos mismos, "nunca se censura a nadie").

6- Fueron los organizadores del 17-O los que, dos días antes, reconocieron que la manifestación era "contra la reforma de la ley del aborto", y los que, la víspera de la manifestación, afirmaron que "no es el momento de pedir la derogación de la ley actual" (de nuevo se volvía a demostrar que, cuando un "demócrata" acusa a alguien de "ultraderechista paranoico" es porque ha dado en el clavo con todas las de la ley).

7- Fueron los organizadores del 17-O los que, en definitiva, convocaron (y manipularon, por tanto) a cientos de miles de personas en Madrid a una manifestación con el bello lema "Por la Vida" en la que se defendía, entre otras cosas, que el aborto en España estuviese despenalizado. Fueron los organizadores del 17-O los que pusieron una manifestación que se suponía al servicio de la causa de la defensa de la vida, al servicio de la causa de la defensa de los intereses electorales de un partido abortista.

Así que, por favor, dejemos de criticar a políticos que no hacen otra cosa que ser coherentes (dentro de su maldad) y acudir allí donde se les llama (mejor dicho: donde se les implora que acudan) y allí donde se cita a cientos de miles de españoles a los que se les ha hecho creer que van a una cosa cuando están yendo a otra totalmente distinta.

Los que se merecen la crítica son, repito, los que convocan manifestaciones bajo el lema "Por la Vida" para defender la despenalización del aborto.

Los que se merecen críticas (basta ya de excusas para la ceguera, por favor, que somos mayorcitos) son los que, con sus camisetas rojas con corazoncitos blancos, jalean entusiastas al presidente de un gobierno bajo el cual perecieron más de medio millón de inocentes sin que éste moviese ni un mísero pelo del bigote por uno solo de ellos.

Los que se merecen las críticas son los que han intentado lavar la imagen del mayor financiador de abortos de España, como si la asistencia a la manifestación abortista del 17-O fuese algo así como una indulgencia plenaria a perpetuidad.

Los que se merecen las críticas son los que han intentado (y aún siguen intentando) vender la burra de que la asistencia de políticos del PP era "positiva" porque suponía, automáticamente, un cambio de actitud por parte de éstos (algo que ya no sabe uno si atribuir a la ingenuidad o a la mala fe); asunto éste que doña María Dolores de Cospedal (la misma que comparte con Trinidad Jiménez que "el debate no es aborto sí o aborto no, porque eso ya está superado") se encargó de poner rápidamente en su sitio al declarar a los periodistas, en medio de la manifestación "superencontra" del aborto, que la ley actual estaba muy bien como estaba.

Los que se merecen las críticas, por tanto, son los que, una vez más, han corrido rápidamente a desviar "el río de la vida" (La Razón, portada del domingo 18 de Octubre) hacia el mar del aborto, bajo las siglas del PP.

Los que se merecen las críticas son, en definitiva, los que han utilizado una manifestación justa y necesaria (contra el aborto, se suponía) para contribuir (con la colaboración de los medios afines al PP) a propagar a los cuatro vientos la gran mentira que difunde este partido: Que "defender la vida" = "no cuestionar la legislación vigente".

PS: La Razón, en su portada de hoy se pregunta "¿Puede un católico votar a favor del aborto?". La misma pregunta nos llevamos haciendo algunos durante años, recibiendo epítetos innumerables (e innombrables) por ello. Lógicamente, lo que quiere decir este periódico (que pide una y otra vez el voto de los católicos para un partido abortista) es "¿Puede un católico llevarle la contraria al PP?".

PS2: Dicen que ayer, Benigno Blanco, en su discurso, hizo referencia a la ley de 1985 y que ninguna ley abortista era tolerable. Ignoro cuáles fueron sus palabras exactas y espero poder leerlas (ya he leído varias versiones en distintos medios digitales). En cualquier caso, que finalmente haya considerado necesario (después de renunciar repetidamente a hacerlo) hacer referencia a las leyes abortistas vigentes demuestra que ciertos engaños se están poniendo en evidencia de forma muy fehaciente. Pero, por otro lado, hay que recordar que es el mismo Benigno Blanco que aplaudió al gobierno de la Comunidad de Madrid cuando apoyó la objeción de conciencia a EpC y luego siguió aplaudiendo a ése mismo gobierno cuando obligó a los objetores a EpC a entrar en clase. Es como el cuento del pastor y el lobo (salvo que, en este caso, quizás el pastor y el lobo sean el mismo personaje).


5 comentarios:

Pilar dijo...

Buenas tardes, Museros.

En primer lugar felicitarte por el blog. Te voy siguiendo desde el principio y tus artículos son excepcionales.

Me adhiero por completo al análisis que realizas sobre esta polémica y comentada manifestación. No acudí a Madrid, pese a que tuve muchas dudas hasta el final. Más que nada porque te queda el "gusanillo" de pensar si haces bien o no, después de tanto tiempo colaborando en grupos pro-vida. Pero las actuaciones, mentiras, falacias, intrigas y manipulaciones de los organizadores me hicieron decidir que mi mejor aportación era alejarme de todo ello.

Y, a la vista de los comentarios de algunos que han acudido y a la vista de los invitados de honor, no me arrepiento para nada.

Ahora ¡eso sí! Si no has ido, eres un pro-abortista izquierdoso. Y si criticas el paripé que hicieron los asistentes, no eres católico. Se ha creado una corriente progre centro- reformista (peperos) que quieren imponer su criterio que, la verdad, asusta un poco.

Mientras tanto, seguiremos siendo tratados de conspiranoicos.

Museros dijo...

Gracias, Pilar.

A mí también me ha llamado la atención esa especie de totalitarismo centrorreformista según el cual no se debe cuestionar nada ni nadie dentro del movimiento provida y los que, de un tiempo a esta parte, se han apresurado a ponerse a la cabeza, y hay que desconectar el cerebro en nombre de la "unidad" (el nuevo nombre que se le da ahora a lo que siempre se ha llamado "borreguismo").

Y me parece muy acertado el matiz al que haces referencia: los políticos del PP no sólo acudieron allí, sino que se les invitó y se les buscó en su momento.

Un saludo.

Mendrugo dijo...

Hola, Museros. En alguna parte has hablado de volver sobre los pasos por los que vino el aborto, y yendo un poco más atrás me acuerdo de cómo llegó el divorcio. Personas clarividentes que entonces parecían paranoicas decían que al divorcio seguiría el aborto, y después la eutanasia. El divorcio en otros países y en España entró con la vaselina del piccolo divorzio (Aquí unas líneas que se pueden trasponer al debate sobre el aborto: http://hemeroteca.abcdesevilla.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1977/01/16/003.html). Para nosotros, el piccolo divorzio fue la Ley Cavero. Cavero, aquel señor tan pío, tan marqués, tan propagandista, tan de "El País"... El Cardenal Tarancón presionando a Diputados "católicos" para que la votaran, y alguno que se resistió... ¡Qué tiempos! Desde entonces el Betis ha bajado a tercera. Ahora los Hazteorines defienden el piccolo aborto. Alejandro Llano apunta a la ley polaca http://www.objetores.org/novedades_detalle2.php?id=3487. «Como la española pero que se cumpla». Eso lo dicen FJL y Pedro J. en la Cope y mucha gente se escandaliza, con razón. Pero si lo dice un señor muy pío... Éste es el que en las Europeas pedía turarsi il naso y votar al PP (http://www.gaceta.es/22-05-2009+emergencia_electoral,columna_0img,3,4,57923). ¡Cuántas evocaciones de la DC italiana! Este Llano apela a la conciencia moral: manifestación, resistencia activa (http://www.gaceta.es/16-10-2009+resistencia_activa,columna_0img,3,4,68034) y hasta desobediencia civil (http://www.gaceta.es/25-09-2009+mas_aborto,noticia,3,4,67202). Pero a la hora de votar, «que nadie nos venga con obligaciones morales que políticamente no existen o con presiones a conciencias demasiado sensibles». Perdona las divagaciones.

Museros dijo...

Mendrugo:

Con el divorcio, andamos igual: lamentando las consecuencias, pero sin mención alguna a la erradicación de la causa (comparando cómo eran las cosas antes y ahora, al final, se ha comprobado que, casi siempre, un mal matrimonio es mejor que un buen divorcio).

Y, tanto el divorcio como el aborto han sido posibles en España (no nos engañemos) gracias a los católicos (tanto los políticos que hacen las leyes, como la "gente de a pie" que los respalda, como la jerarquía eclesiástica que habla ante ciertas cosas y calla ante otras).

Por cierto, el diputado católico que mandó a Tarancón a paseo...¿no sería Blas Piñar? (perdona, pero ahora no recuerdo en qué año se votó esa ley en el Congreso).

Sobre Alejandro Llano, fue rector de la Universidad de Navarra hace unos 15-20 años. Por tanto, le imagino como una persona cuya opinión debe pesar mucho entre mucha gente del Opus Dei y "alrededores" (de hecho, no sé dónde leí que los pezzonovanti del grupo Intereconomía, empezando por Ariza, son del Opus también).

Desde luego, si San Josemaría levantase la cabeza y viese a sus hijos convertidos en los grandes adalides del mal (menor o mayor, es el mal igualmente), les iba a soltar una buena.

Lo que mencionas sobre Llano coincide con la "línea editorial" de HO (y de todo el Eje del Mal Menor): Hay que protestar mucho, pero seguir votando a los mismos de siempre, hagan lo que hagan (curiosamente, cuando se trata de partidos que no son el PP, entonces cambian el disco: si no hacen lo que hay que hacer, no hay que votarlos).

Mendrugo dijo...

Me refería a Díaz-Pinés.

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