miércoles, 29 de septiembre de 2010

Donde va, triunfa.

...y hoy, tampoco se ha sumado a la huelga.


Letra pequeña: Aunque no es obligación, se puede continuar con gran provecho la práctica de rezar esta oración después de la Santa Misa como se hacía antes del Conc. Vat. II.

Hoy también es el día de los Arcángeles San Gabriel y San Rafael.

PS: Imagen cortesía de Luisa Polo Moreno, una amiga de Facebook.

5 comentarios:

Abigail dijo...

Genial el título.

Museros dijo...

Gracias.

more romano dijo...

Quiera Dios que la oración nos fortalezca para la batalla espiritual de la que habla la carta a los Efesios: «Fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder» (Ef 6, 10). A esa misma batalla se refiere el libro del Apocalipsis, reviviendo ante nuestros ojos la imagen de san Miguel arcángel (cf. Ap 12, 7). Seguramente tenía muy presente esa escena el Papa León XIII cuando, al final del siglo pasado, introdujo en toda la Iglesia una oración especial a san Miguel: «San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla contra los ataques y las asechanzas del maligno; sé nuestro baluarte...».

Aunque en la actualidad esa oración ya no se rece al final de la celebración eucarística, os invito a todos a no olvidarla a rezarla para obtener ayuda en la batalla contra las fuerzas de las tinieblas y contra el espíritu de este mundo.

JUAN PABLO II, Regina coeli del domingo 24 de abril de 1994, n. 4.

* * *

Isaac García Expósito dijo...

Perdón Museros, antes y después. Le recuerdo que la reforma litúrgica fue en el 69.

Tenemos asumidos el preconciliar y olvidamos que los Padres Conciliares la Misa que celebraban era esa.

Un abrazo.

Museros dijo...

Gracias por la corrección, San Isidoro. Es un detalle que se nos escapa no pocas veces.

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