Pero, vamos a ver, damas y caballeros...
¿No habíamos quedado, como buenos demócratas de toda la vida, en que el rollo ése de los partidos confesionales era algo obsoleto, arcaico, trasnochado e inútil?. ¿No nos había señalado monseñor (tan odiado por los "ultras") una y mil veces que el único camino a seguir era infiltrar todos los partidos?.
¿A qué, pues, tanta histeria centrorreformista ante una idea obsoleta, arcaica, trasnochada e inútil como ésta?.
Nosotros sabemos que lo único que funciona es cambiar los partidos desde dentro, ¿no?. ¿Cuál es el problema, entonces, con que los musulmanes creen un partido confesional, si eso no funciona? ¿O sí?.
Nosotros sabemos que lo de cambiar concejales, alcaldes o diputados no funciona, porque lo que funciona es lo de "cambiar la sociedad", así que ¿qué más da que los musulmanes cambien concejales, alcades y diputados? Que pierdan el tiempo, que no pasa nada. ¿O sí?.
Y nosotros sabemos que lo de cambiar las leyes no es importante, porque lo importante es cambiar los corazones (si no te lo sacan antes a pelo, claro). ¿Qué tiene de malo, entonces, que los musulmanes empiecen a cambiar leyes a su gusto, si eso no va a ninguna parte? ¿O sí?.
¿Y no dice don Benigno, con esa dialéctica suya tan brillante, que nos olvidemos de los partidos políticos, porque la solución está en la sociedad civil? Dejemos, pues, a los musulmanes, que descubran que su estéril estrategia no tendrá éxito. ¿O sí?.
Así que compórtense, por favor, y recuerden que estas cosas no interesan a los españoles, porque a los españoles sólo nos interesa (o sólo nos debe interesar) el vil metal (¿o no lo dice Mariano bien claro una y otra vez?).
Pero, si aun así, les invade el miedo, no olviden poner en la cabecera de la cama las estampitas de San Consenso de la Moderación, Santa Unidad de los Demócratas y Santa Construcción de Mayorías . Y, para ahuyentar tentaciones de votar a un partido confesional (católico, por supuesto), nada como una medallita de Santa Nuestramás Henerjikakondena (vasca de pura cepa).
Pero no me negarán que nada abre los ojos tanto como el acojone instantáneo y generalizado. Aunque sea con treintaytantos años de retraso.
PD: Acabo de enterarme (y no es broma) que el actor que encarnará al cardenal Tarancón en la miniserie que TVE está preparando para agradecerle a monseñor los servicios prestados al régimen actual será Pepe Sancho.
SOBRE HOY, 20-N.
Hace 2 días
1 comentario:
Está bueno lo de Pepe Sancho
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