Lo dijeron hace tiempo:
"Er dinero público no éh de naide".
Y desde entonces,
no han dejado de repartirlo entre los amigos (y, además,
muy legalmente, que conste).
Ahora resulta que
la tierra no es de nadie, sino del viento (según el jefe
Zeattle).
Miedo me da pensar qué se traerán ahora entre manos.
PS: Entre la "ley Aído" y la venenosa (para nuestros bolsillos, seguramente) cursilería del presidente del gobierno,
han colado otra de la que casi no se está hablando.
2 comentarios:
Precioso el Crucifijo que acabas de colgar en tu blog.
Y que Él nos ayude a todos en estos difíciles momentos.
Un abrazo, Museros
Gracias, Maite.
He visto la imagen del Cristo de Lepanto en la web del Foro Arbil (acompañada de la historia de esta imagen) y no me lo he pensado dos veces.
Un abrazo.
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