No iba a extenderme en la enésima, consabida y repetida "traición" del PP a su "electorado", ni la fidelidad perruna de éste mientras, con la viga bien incrustada en el ojo, acusan de borreguismo y analfabetismo contumaz a los que se empeñan en votar al PSOE a pesar de los pesares, pero el anuncio de Mariano Rajoy de mantener la asignatura de Educación para la Ciudadanía (un año después de anunciar que la derogaría cuando gobernase), parece (es) un episodio más del tema tratado en la anterior entrada en este blog.
En primer lugar, habría que volver a recordar que todas las leyes de la famosa "ingeniería social de Zapatero" se han hecho siguiendo mociones aprobadas en el Parlamento Europeo que exigían a los estados miembros la aprobación de dichas leyes. Y todas vienen de allí (EpC, ley Aído, cierre de webs sin autorización judicial) con el voto favorable de los europarlamentarios de PP y PSOE (que volvieron a ser los partidos más votados en las elecciones europeas de Junio).
En segundo lugar, el asunto se ha presentado, por parte de la prensa y webs afines al PP, como que "el PP, mantiene la EpC, pero menos y con los contenidos más atenuados". Ésta forma de presentar las cosas es clave para el electorado centrorreformista, que reacciona automáticamente suspirando aliviado cada vez que, con sorpresa, vuelve a enterarse de que el PP es lo mismo que el PSOE de ahora, pero un poquito menos (y bastante más que el PSOE de antes).
En tercer lugar, Mariano Rajoy ha hecho el anuncio al tiempo que otro que ha hecho de tapadera: un "pacto" por la educación ("educación" y "adoctrinamiento" son sinónimos en las socialdemocracias, por si todavía no habían caído en ello). Los medios de comunicación han insistido muchísimo en el "consenso" (el sucedáneo postmoderno de ese término tan fascista y anticuado conocido como "verdad"), como si lo importante no fuese hacer las cosas bien, sino que PP y PSOE estén de acuerdo (porque, además, quieren que creamos que PP y PSOE no están siempre de acuerdo).
Y qué quieren que les diga: a mí me da igual si PP o PSOE están o no de acuerdo. Me basta con que uno solo (aunque no fuese ni PP ni PSOE) hiciese las cosas como está mandado. Cuando me he puesto enfermo, nunca me ha preocupado si había consenso o no entre los médicos del hospital o el centro de salud a la hora de decidir cuál debía ser el tratamiento. Me bastaba y me sobraba con un solo médico que me curase (y nunca me ha interesado saber si el resto de sus compañeros estaban de acuerdo con él o no).
Pero es que, además, ni siquiera es cierto que la propuesta de Rajoy sea "lo mismo de ahora, pero un poquito menos". Es bastante peor que lo que ya hay, por varias razones:
1- Rajoy ha hablado de ceñir la EpC a los "valores constitucionales". Rajoy, con esto, consagra un texto legal como (según sus propias palabras) "norma suprema" y como fuente de moral y de ética (y de valores), cuando deberían ser los valores (los buenos, no los de Rajoy), la moral y la ética la fuente de los textos legales (que parece lo mismo que lo anterior, pero es algo totalmente distinto). Con esto, Rajoy anuncia su intención de elevar (como ya ha hecho Zapatero) al positivismo jurídico como religión del estado: a los niños españoles les quieren meter en la cabeza, básicamente, que es el BOE el que decide lo que es bueno y lo que es malo, lo que es verdad y lo que es mentira, y lo que es justo y lo que es injusto.
2- En ninguna de las versiones de la noticia (ni siquiera en las más elogiosas), se especifica en qué consisten los mal llamados "valores constitucionales", pero se puede afirmar sin temor a equivocarse que, si la constitución de 1978 es la "norma suprema" para Rajoy, todo lo que no sea declarado como "inconstitucional" por un el tribunal constitucional (nombrado a dedo por PP y PSOE) entra dentro de esos "valores constitucionales". Recordemos que la constitución, en la práctica, no es lo que ustedes o yo creamos que pueda ser, sino lo que ese tribunal nombrado a dedo por PP y PSOE dice que es. Así, por ejemplo, dado que el Tribunal Constitucional, en 1999, sentenció que, el famoso "todos tienen derecho a la vida" no es aplicable a los nascituri, el aborto, hasta el mismo momento del parto, se convierte en "constitucional" y, por tanto, creer que la vida de un no-nacido vale lo que la madre dice que vale es un "valor constitucional".
3- Los contenidos que más molestan a muchos padres de la actual EpC (la ideología de género y la "educación sexual") se convertirán en ley cuando se apruebe la "ley Aído", y, por tanto, en "valores constitucionales" mientras el TC no diga lo contrario (que no lo dirá). Por tanto, los contenidos de la EpC seguirán siendo los mismos (o peores que ahora; todo depende de qué leyes se vayan aprobando), porque los contenidos de EpC que ahora no son ley, sino simplemente "ideología del PSOE" (y del PP, no nos engañemos) serán ley, y por tanto, "valores constitucionales" cuando Rajoy (o quien fuere) gobierne.
4- A pesar del lenguaje engañoso de los medios de comunicación, los años de adoctrinamiento no disminuyen, sino que aumentarán. A pesar de los titulares de los pregoneros, habrá EpC desde el primer curso de primaria (ver siguiente punto) al último de secundaria.
5- Además, la jugada más diabólica de todas es eliminar la EpC como asignatura en sí misma en Primaria y distribuir su contenido entre el resto de asignaturas; así, los que quieran evitar que a sus hijos asistan a asistan a EpC, no tendrán más remedio que sacarlos del colegio, dejar el trabajo y darles clase ellos mismos. Y luego gastarse un dineral en abogados en los juicios a los que te llevará la delegación de educación de tu provincia. Y, aunque los vayas ganando todos (como así está siendo, por ahora, ya que en España, la escolarización en centro homologado no es obligatoria), recuerda que, al final del camino, te espera un tribunal nombrado a dedo por PP y PSOE. Y tampoco hace falta tener un doctorado en Ciencias de la Educación para saber que es precisamente, en esos años de Primaria (en los que faltar a clase de EpC será imposible porque todas las clases serán de EpC) cuando más fácilmente se moldean las conciencias al gusto del Gran Hermano.
6- Y, recuerden, cuando la EpC se disemine entre el resto de asignaturas (y el que pueda, que le siga el rastro), su lugar actual lo ocupará la llamada "educación sexual obligatoria", que, como ya digo, es lo que toda la vida se ha llamado "perversión de menores". O sea que, caldo y, además, dos tazas.
7- Para la mente centrorreformista, no hay derrota que no pueda ser disfrazada como un gran logro. Así, los suministradores de soma de la llamada "derecha sociológica", han recurrido a dos grandes justificaciones. A saber:
7A) La recuperación de la asignatura de Filosofía para el currículum. Sólo una pregunta: ¿verdad que ahora se entiende por qué Zapatero quitó la Filosofía del currículum?. Entre bomberos no nos pisamos la manguera, que decía el otro.
7B) Rajoy no es un ni un mentiroso ni un fullero, sino un señor muy generoso que ha roto sus promesas para llegar a un pacto con el enemigo (es decir: un mentiroso y un fullero).
Y, por supuesto, la propuesta de empeoramiento de la EpC de Rajoy (que no es otra cosa que implantar lo votado por su partido en Estrasburgo cuando Aznar era presidente - sí, Aznar; antes de Rajoy, el PP hacía lo mismo que ahora) asegura que esto se haría de todas formas, aunque no ganase el PP. Porque, a ver con qué autoridad moral criticarán los del "¡hay que echar a Zapatero!" al presidente socialista que ejecute la propuesta anunciada por Rajoy.
PS: El grado de aborregamiento de millones de españoles empieza a ser tan preocupante (o, al menos, a parecérselo a los de Génova, 13) que aquéllos a los que votan ya ni siquiera esperan a ganar las elecciones para romper sus promesas (como Feijóo). Saben que pueden romperlas incluso antes de ganar las elecciones. No pierdo la esperanza (no va con segundas) de que los españoles les demuestren que se equivocan.
PS2: Los palmeros, alegres y arrogándose una representatividad que nadie les ha otorgado. Luego critican a "los de la ceja".
SOBRE HOY, 20-N.
Hace 2 días
3 comentarios:
Sólo por puntualizarte un poquito, ya sabes que estoy de acuerdo. Cuando dices que los padres que no lleven a los niños al colegio ganarán todas las sentencias apuntas que "como así está siendo, por ahora, ya que en España, la escolarización no es obligatoria"
La escolarización sí es obligatoria, lo que está en cuestión en esos juicios es si escolarización es en un centro homologado o vale el recibir la educación que marque la ley según la edad del niño aunque sea en casa.
Ese es un tema que, desgraciadamente, en España está muy olvidado y hacia el que yo me dirigiría encantado para alejarme de esta chusma, la escolarización en casa.
Por otra parte, un dato a quien pueda interesar. Mis hijas estudian en un colegio concertado que está en el distrito más pepero de toda Sevilla con infinita diferencia. Por lo visto somos los únicos padres que no sólo han presentado un papelito, sino que llegado el día hemos dicho que no entra, diga lo que diga quien lo diga.
Que una cosa es criticar a ZP y otra ver yo amenazada mi comodidad, oiga...
Gracias por la aclaración, Gonzalo.
En la frase, he dado por sentado que "escolarización" significa "escolarización en centro homologado".
Lo corrijo.
Cada día me gusta más este Blog. No es el más bonito tecnológicamente pero dice unas verdades como puños. Muy bien escritas y muy agudas. Aunque a algunos mediocres no les guste. La verdad es dura y siempre es más facil recibir la subvención pepera y aletargar nuestra conciencia. Allá ellos. Felicidades una vez más MUSEROS. Me alegra haberlo encontrado. Un abrazo,
Gustav
Lo que escribes es abosolutamente terrible. Da miedo por las dimensiones de lo que se avecina. Dramático para la Vida, la Familia y para España. Lástima que haya tantos ingenuos que no se den cuenta. Y otros, que no siéndolo, creen que no pueden votar a nadie más. Se resignan. Mientras tanto, el partido p'ayudar se aprovecha de su voto con el cuento de que ellos son un poquito menos malos que zETAparo. Para luego hacer lo mismo (aborto, corrupción, gaymonios, epc, separatismo, y sigue hasta el infinito).
Yo no me resigno.
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