A lo mejor ando algo perdido, pero pensaba que el comunismo consistía precisamente en eso. Es más, después de vivir toda mi vida en España, pensaba que el progreso y el bienestar social consistían también en eso mismo.
Aquí en España, lógicamente, lo que hacemos con semejantes malandrines es reelegirlos cuando llega el momento de meter una papeleta en la urna ( no hablo sólo de los socialistas, y basta con echar un vistazo a la lista de los ayuntamientos más endeudados de España para darse cuenta).
El problema, claro está, es que en Corea del Norte, no permiten todavía el turismo barato de hotel piscinero con pulserita de barra libre y todo incluido. En tal caso, ese país estaría siempre lleno de turistas mileuristas españoles hipotecados hasta las cejas, que le habrían revelado, a los agentes secretos que trabajasen como camareros en los hoteles, las claves del milagro económico español:
1- Construir urbanizaciones por todas partes.
2- Hipotecar tu sueldo con un banco para toda tu vida.
3- Comprar y vender pisos a un precio cada vez más alto.
4- Volver al paso número 1.
Se lo preguntaba un amigo mío, hace no tanto tiempo, cuando la gente hablaba de comprar y vender pisos a todas horas (¿se acuerdan? Ese monotema que dejó de formar parte de las conversaciones cotidianas de la noche a la mañana y sin que nadie se extrañase lo más mínimo).
"Oye, si esto de hacer urbanizaciones por todas partes y comprarse y revenderse pisos los unos a los otros es la clave para hacerse rico, ¿a qué esperan para hacerlo en Sudán o en Gambia y salir de la miseria? Que construyan urbanizaciones por toda la selva o por todo el desierto, que compren los pisos y luego que se los vendan entre ellos, y se harán todos millonarios, ¿no?".
Según cuenta mi amigo (el mismo del "¡Que viva la Edad Media!") se ganó más de un insulto por preguntar esto, y hubo quien incluso amagó con soltarle un sopapo.
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