No recuerdo quién fue el que dijo (si Marañón, Ortega, Maeztu o quién) que lo que más le irritaba de la izquierda era su recurso a la "mentira incesante".
Ahora que el centrorreformismo se ha vuelto gramscista y ha adoptado los métodos de agitación social y propaganda de sus vecinos de la acera de enfrente de Revolution Street (y, si se considera el aborto como un asesinato, no sólo ha adoptado la agitación social y la propaganda, sino también otras cosas mucho peores), no es sólo la izquierda la que recurre incesantemente a la mentira para motivar o mantener en el redil a sus huestes.
Hoy, en la portada de la versión centrorreformista de Público, La Gaceta, venía el siguiente titular (según tengo entendido; se admiten correcciones, claro está), según unas supuestas declaraciones del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón:
"Tenemos que derogar la ley del aborto al llegar al gobierno".
Cuando uno lee la entrevista al alcalde de Madrid, se puede comprobar que, en ningún momento dice nada de "derogar", sino (como siempre han hecho los políticos del PP cuando les han preguntado, "modificar").
Pregunta: Ya se ha aprobado definitivamente la nueva Ley del Aborto. ¿El PP debería comprometerse a derogarla cuando llegue al gobierno, además de presentar su anunciado recurso al TC?
Respuesta: Sí. Hay que recordar que ni era una demanda social ni estaba en el programa del PSOE. Se ha introducido por razones distintas. Creo, con toda sinceridad, que hay aspectos de la nueva ley que, cuando el PP tenga mayoría, no debe consentir, sino modificar.Tenemos que adquirir ese compromiso con los ciudadanos.
Habría que hacer algunas precisiones sobre las declaraciones y quien las hace:
1- En primer lugar, y como ya hemos dicho, habla de "modificar", no "derogar". Además, el PP, como todos sabemos, modificó, cuando gobernó, la legislación abortista. Y lo hizo para peor. Por cierto, esto de "modificar" sin "derogar" coincide plenamente con el objetivo del referéndum propuesto por los Sindicatos de Clase 2.0, tal y como se reveló por la pregunta propuesta por ellos mismos (en la que no se cuestionaba la ideología de género ni la educación sexual obligatoria).
2- Lo más llamativo, a mi juicio, es que al alcalde no le preguntan si el PP debe derogar la ley, sino si debe comprometerse a derogarla. "Comprometerse a derogar" no es lo mismo que "derogar". Lo que le están preguntando al alcalde de Madrid, en román paladino, es si el PP debe prometer algo (para así tener contenta a su aconfesional parroquia), no si debe hacer lo que promete.
3- Como ya se ha dicho en este blog, si el PP tuviese la más mínima intención de derogar esta ley, en lugar de modificarla (no sabemos si para mejor o para peor, pero dados los antecedentes, es de temer que para esto último), no tendría sentido haberla recurrido ante el TC, ya que esto supone arriesgarse a que este tribunal falle a favor de la ley, con lo que tu supuesta intención de derogarla quedaría comprometida. Lo lógico es que, si un partido tiene posibilidades de gobernar y quiere derogar una ley, no la recurra ante el TC, para no arriesgarse a recibir un palo de este tribunal (¿cuántas leyes aprobadas por el PP han sido recurridas por el PSOE ante el TC antes de ser derogadas por este partido? Ninguna). Y viceversa, si un partido no tiene intención, en realidad, de derogar una ley, recurrirla ante el TC es la mejor manera de pedirle a un tribunal que te dé la excusa para no derogarla, mientras lamentas no poder hacerlo.
4- Habría que recordar la encendida y elocuente crítica hecha por Alberto Ruiz Gallardón cuando era aún un joven y veinteañero diputado de la ley abortista hoy defendida por el PP (la de Felipe González) cuando se tramitaba en el Parlamento, y lo que opina hoy (y desde hace mucho tiempo) de dicha ley. Por entonces, Manuel Fraga y otros dirigentes populares hacían lacrimógenas declaraciones sobre niñitos descuartizados. Sólo un año después, en 1986, el PP (entonces llamado "Coalición Popular") anunciaba que no derogaría la ley de 1985 en caso de gobernar algún día (para que luego digan que el PP no cumple sus promesas).
5- Tiene guasa que el mismo grupo de comunicación (y la misma plataforma) que nos presentan a Gallardón como el "malomalísimo" al que hay que echar del PP (no sé cuántas veces al día seguirán repitiendo esas imágenes en las que una chica del programa del Guayomin le entrevista en un estado muy similar al que tenía Ignacio Uriarte al salir de la Joy Eslava el día que se la pegó con el coche), ahora nos lo presenten como el héroe que infunde esperanza (el humor centrorreformista surge donde menos uno se lo espera) al pueblo.
6- Por supuesto, no habrá pasado desapercibido para nadie la oportunísima pedida del voto provida para un partido abortista (para su partido abortista) por parte de Ignacio Arsuaga y esta desinformación de La Gaceta (con la vieja técnica de poner un titular que nada tiene que ver con el contenido de la noticia), justo el día en que los lectores de este periódico se encaminaban fielmente a la manifestación convocada por los Sindicatos de Clase 2.0.
7. Lo de poner titulares que nada tienen que ver con el contenido de la noticia, dicho sea de paso, no es una costumbre extraña a los medios peperos, ni a la web del ciudadano activo. Además de las ya consabidas manipulaciones de noticias relacionadas con la Iglesia (a la que llaman "Iglesia Católica" cuando no hay manifestación de por medio, e "Iglesia" cuando hay manifestación inminente) cuando se arrancaron con la idea del referéndum (idea que, según fuentes fiables, llevaban masticando más de un año), ahora le ha tocado el turno a Monseñor Martínez Camino (al que le preguntaron por el 7M y se descolgó hablando del...25M, sin que ello fuese óbice para titulares como éste) y al Nuncio papal en España, de quien interpretan que ha apoyado el 7M por decir "los laicos tienen la palabra".
8- No está de más recordar que Alberto Ruiz Gallardón ha sido, en lo que al aborto se refiere, pionero en varios aspectos: en repartir la PDD sin receta, y en facilitar (mediante el reparto de dicha píldora abortiva) abortos a menores de edad sin consentimiento paterno. Detalles que, lógicamente, hay que pasar por alto para poder llevar a la masa por el camino adecuado.
Ahora que el centrorreformismo se ha vuelto gramscista y ha adoptado los métodos de agitación social y propaganda de sus vecinos de la acera de enfrente de Revolution Street (y, si se considera el aborto como un asesinato, no sólo ha adoptado la agitación social y la propaganda, sino también otras cosas mucho peores), no es sólo la izquierda la que recurre incesantemente a la mentira para motivar o mantener en el redil a sus huestes.
Hoy, en la portada de la versión centrorreformista de Público, La Gaceta, venía el siguiente titular (según tengo entendido; se admiten correcciones, claro está), según unas supuestas declaraciones del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón:
"Tenemos que derogar la ley del aborto al llegar al gobierno".
Cuando uno lee la entrevista al alcalde de Madrid, se puede comprobar que, en ningún momento dice nada de "derogar", sino (como siempre han hecho los políticos del PP cuando les han preguntado, "modificar").
Pregunta: Ya se ha aprobado definitivamente la nueva Ley del Aborto. ¿El PP debería comprometerse a derogarla cuando llegue al gobierno, además de presentar su anunciado recurso al TC?
Respuesta: Sí. Hay que recordar que ni era una demanda social ni estaba en el programa del PSOE. Se ha introducido por razones distintas. Creo, con toda sinceridad, que hay aspectos de la nueva ley que, cuando el PP tenga mayoría, no debe consentir, sino modificar.Tenemos que adquirir ese compromiso con los ciudadanos.
Habría que hacer algunas precisiones sobre las declaraciones y quien las hace:
1- En primer lugar, y como ya hemos dicho, habla de "modificar", no "derogar". Además, el PP, como todos sabemos, modificó, cuando gobernó, la legislación abortista. Y lo hizo para peor. Por cierto, esto de "modificar" sin "derogar" coincide plenamente con el objetivo del referéndum propuesto por los Sindicatos de Clase 2.0, tal y como se reveló por la pregunta propuesta por ellos mismos (en la que no se cuestionaba la ideología de género ni la educación sexual obligatoria).
2- Lo más llamativo, a mi juicio, es que al alcalde no le preguntan si el PP debe derogar la ley, sino si debe comprometerse a derogarla. "Comprometerse a derogar" no es lo mismo que "derogar". Lo que le están preguntando al alcalde de Madrid, en román paladino, es si el PP debe prometer algo (para así tener contenta a su aconfesional parroquia), no si debe hacer lo que promete.
3- Como ya se ha dicho en este blog, si el PP tuviese la más mínima intención de derogar esta ley, en lugar de modificarla (no sabemos si para mejor o para peor, pero dados los antecedentes, es de temer que para esto último), no tendría sentido haberla recurrido ante el TC, ya que esto supone arriesgarse a que este tribunal falle a favor de la ley, con lo que tu supuesta intención de derogarla quedaría comprometida. Lo lógico es que, si un partido tiene posibilidades de gobernar y quiere derogar una ley, no la recurra ante el TC, para no arriesgarse a recibir un palo de este tribunal (¿cuántas leyes aprobadas por el PP han sido recurridas por el PSOE ante el TC antes de ser derogadas por este partido? Ninguna). Y viceversa, si un partido no tiene intención, en realidad, de derogar una ley, recurrirla ante el TC es la mejor manera de pedirle a un tribunal que te dé la excusa para no derogarla, mientras lamentas no poder hacerlo.
4- Habría que recordar la encendida y elocuente crítica hecha por Alberto Ruiz Gallardón cuando era aún un joven y veinteañero diputado de la ley abortista hoy defendida por el PP (la de Felipe González) cuando se tramitaba en el Parlamento, y lo que opina hoy (y desde hace mucho tiempo) de dicha ley. Por entonces, Manuel Fraga y otros dirigentes populares hacían lacrimógenas declaraciones sobre niñitos descuartizados. Sólo un año después, en 1986, el PP (entonces llamado "Coalición Popular") anunciaba que no derogaría la ley de 1985 en caso de gobernar algún día (para que luego digan que el PP no cumple sus promesas).
5- Tiene guasa que el mismo grupo de comunicación (y la misma plataforma) que nos presentan a Gallardón como el "malomalísimo" al que hay que echar del PP (no sé cuántas veces al día seguirán repitiendo esas imágenes en las que una chica del programa del Guayomin le entrevista en un estado muy similar al que tenía Ignacio Uriarte al salir de la Joy Eslava el día que se la pegó con el coche), ahora nos lo presenten como el héroe que infunde esperanza (el humor centrorreformista surge donde menos uno se lo espera) al pueblo.
6- Por supuesto, no habrá pasado desapercibido para nadie la oportunísima pedida del voto provida para un partido abortista (para su partido abortista) por parte de Ignacio Arsuaga y esta desinformación de La Gaceta (con la vieja técnica de poner un titular que nada tiene que ver con el contenido de la noticia), justo el día en que los lectores de este periódico se encaminaban fielmente a la manifestación convocada por los Sindicatos de Clase 2.0.
7. Lo de poner titulares que nada tienen que ver con el contenido de la noticia, dicho sea de paso, no es una costumbre extraña a los medios peperos, ni a la web del ciudadano activo. Además de las ya consabidas manipulaciones de noticias relacionadas con la Iglesia (a la que llaman "Iglesia Católica" cuando no hay manifestación de por medio, e "Iglesia" cuando hay manifestación inminente) cuando se arrancaron con la idea del referéndum (idea que, según fuentes fiables, llevaban masticando más de un año), ahora le ha tocado el turno a Monseñor Martínez Camino (al que le preguntaron por el 7M y se descolgó hablando del...25M, sin que ello fuese óbice para titulares como éste) y al Nuncio papal en España, de quien interpretan que ha apoyado el 7M por decir "los laicos tienen la palabra".
8- No está de más recordar que Alberto Ruiz Gallardón ha sido, en lo que al aborto se refiere, pionero en varios aspectos: en repartir la PDD sin receta, y en facilitar (mediante el reparto de dicha píldora abortiva) abortos a menores de edad sin consentimiento paterno. Detalles que, lógicamente, hay que pasar por alto para poder llevar a la masa por el camino adecuado.
9- Otro detalle es el título de este blog que suele estar en la cabecera de la web del ciudadano activo; parece ser que eso no ha sido ningún inconveniente a la hora de que don Alberto echase una mano para intentar sacar gente a la calle en un desapacible domingo de marzo.
10- Y, por último, como recuerda Orisson en su blog, la ley Aído ha dejado un "virus" en el Código Penal llamado articulo 145 bis, que despenaliza totalmente el asesinato de un hijo no-nacido realizado por su madre, amén de reducir las penas para el abortero a multa e inhabilitación (en ningún caso, cárcel). Gracias a este artículo, una mujer puede matar cuando quiera a su hijo no-nacido sin ser castigada por ello (y es curioso cómo coinciden, cada vez más, las leyes abortistas con los dogmas de ciertos grupos que se presenta como "provida"), mientras que el muy improbable inconveniente de ser multado un poquito o inhabilitado un tiempecito por realizar abortos fuera de la ley puede ser (y será) compensado subiendo adecuadamente las tarifas. Tarifas que, por cierto, serán cubiertas con nuestros impuestos (otra antigua reivindicación de la patronal abortista realizada también por esos presuntos "provida").
Así, que, de hecho, la ley Aído podría llegar a derogarse y, sin embargo, seguiría todo igual, al continuar el 145 bis en el Código Penal, y es ese artículo 145 bis del Código Penal el que, de hecho, permitirá el aborto libre en España hasta el último día del embarazo. No llamaremos al aborto "derecho" (que parece que es lo único que molesta a muchos) pero la que quiera matar a su hijo no tendrá ningún problema y la patronal abortista podrá subir las tarifas para cubrir las improbables multas sufragando dicho aumento con nuestros impuestos (y eso, repetimos, gracias a un artículo del código penal cuyos dos apartados, curiosamente, coinciden con los "dogmas" y reivindicaciones de los grupos "provida" que piden el voto para el PP).
1 comentario:
El virus de la impunidad materna ya existía desde la ley del 85, en la que se estipulaban cárcel O multa (esa conjunción O era la trampa para otorgar impunidad a la filicida).
Habrá que hacer, a nivel mundial, muchas campañas que SÍ pidan castigos penales para las madres abortistas, si queremos dejar atrás la kafkiana postura discriminatoria de:
"Si matas a tu vecina, te meto en la cárcel, pero si matas a tu hija que portas en el vientre, protesto pacíficamente, como Gandhi".
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